TIrar de la cadena lo justo, un práctico consejo para ahorrar agua
En el Día Mundial del Agua, que se celebra hoy, el lema elegido ha sido «Al que ahorra agua, se le nota». Sobre todo en la factura. Gastar menos agua en el hogar es posible, sólo con poner en práctica unos sencillos consejos. Tome nota.Joseba VIVANCO
Sesenta litros de agua al día es la cantidad mínima establecida por Naciones Unidas para la satisfacción de las necesidades básicas de cada individuo. En la capital gasteiztarra, por ejemplo, el consumo medio por habitante es de 120 litros. Pero con sólo aplicar una serie de sencillos hábitos y mejoras, ese consumo podría quedar reducido a 90-100 litros. En este Día Mundial del Agua, qué mejor que tener a mano una serie de sencillos consejos para gastar menos y, de paso, ahorrarnos unos euros en la factura.
Seguro que usted habrá oído en repetidas ocasiones aquello de mejor ducharse que bañarse -van más de cien litros de agua de diferencia-, de cerrar el grifo mientras se friega la vajilla o se limpia uno los dientes, o de regar las plantas de noche, por aquello de que se evita una mayor evaporación. Pero, además de estas recomendaciones habituales, hay otras de las que también podemos echar mano sin demasiados quebraderos.
Sin ir más lejos, el Consorcio de Aguas de la comarca alavesa de Aiara, Urkidetza, convocó hace unos meses un concurso de ideas para el ahorro de agua en el hogar. De entre 150 propuestas, el premio se lo llevó una tan sencilla como colocar en la ducha un reloj con el tiempo necesario para ducharse y, cuando éste se agote, sabremos el agua que desperdiciamos si seguimos en la ducha.
¿Y cuál fue el premio? Pues un kit economizador. El caudal de agua de un grifo abierto puede ser de hasta 10 litros por minuto. La grifería economizadora de agua lo que hace es reducir el caudal de agua que sale de la alcachofa de la ducha o del grifo del fregadero, pero sin disminuir su eficacia. Por ejemplo, el consumo diario por persona en una ducha de 5 minutos, a 18 litros por minuto (en total, 90 litros), se reduce a sólo 30 litros con un economizador que proporcione un flujo de 6 litros por minuto. Desde luego, estos ahorradores merecen la pena.
Grifos eficientes y consejos curiosos
Ese caudal de los grifos por el que tanta agua se pierde de forma innecesaria tiene también su grado de eficiencia. Verificarlo tampoco es complicado. Así, como nos sugiere la web de Aguas Municipales de Vitoria (Amvisa), podemos cronometrar los segundos que tarda en llenarse un recipiente de un litro con el grifo o la ducha abiertos al máximo. Si dividimos por 60, sabremos los litros por minuto del caudal máximo. Para un lavabo, el caudal eficiente sería de 6 litros por minuto; para un fregadero de 8 litros y para una ducha de 10 litros.
Otra forma de saber si malgastamos agua es si sospechamos que el inodoro pierde agua. Podemos echar un colorante en la cisterna, dejar pasar un tiempo sin accionar la descarga y comprobar si hay restos de color en la taza. Tan fácil como detectar posibles fugas, observando simplemente el contador en ausencia de consumo.
Pero para ideas más originales no hay como echar un vistazo al libro ``Consumir menos, vivir mejor'' (Txalaparta), de Toni Lodeiro, donde podemos encontrar consejos tan obvios como aprovechar el agua de la lluvia; otros ingeniosos como recoger en un cubo el agua de la ducha hasta que se calienta y luego aprovecharla, quién sabe, si para el inodoro; los hay un poco «manitas», como recoger y utilizar como cisterna el agua del lavabo, abriendo el desagüe de abajo y colocando un balde; otros dudosamente éticos como «cagar y mear al aire libre, ahorrarás agua», invita convencido; sugerencias como que los vasos de agua y otra vajilla sólo necesitan enjuagar, nada de jabonar...
Pero si hay una peculiar recomendación que merece la pena es la que tiene que ver con esos de 6 a 10 litros de agua que descarga la cisterna del inodoro cada una de las seis u ocho veces que solemos tirar de ella cada día. El 40% de nuestro gasto diario. Además de no usar el retrete como papelera, Toni Lodeiro lo tiene claro: «Si es amarillo, que repose un poquillo... No hace falta tirar de la cadena todas las veces que haga pis».