«Tubacex ha sido condenada por vulnerar la libertad sindical»
José Luis Rezabal defendió la demanda de LAB en contra el grupo Tubacex, presidido por Alvaro Videgain, por vulnerar el derecho a la libertad sindical en su manifestación por el derecho a la negociación colectiva. El Juzgado de lo social número 2 de Gasteiz dio la razón a LAB.
Juanjo BASTERRA |
En poco tiempo, el grupo Tubacex ha sido condenad0 por dos prácticas antisindicales. La primera, a comienzos de 2008, por someter al «apartheid» a los representantes de LAB para impedir que estuvieran en las comisiones de seguimiento del convenio y de empleo «porque no habíamos firmado el convenio». La segunda, muy reciente, por vulnerar «el derecho a la libertad sindical en su manifestación del derecho a la negociación colectiva», según la sen- tencia judicial en contra del parecer del Ministerio Fiscal. Al final, después de todas las triquiñuelas que empleó la empresa que preside Alvaro Videgain, STAT, CCOO y UGT firmaron el convenio con vigencia hasta 2012.
¿Qué pretendió LAB al denunciar al grupo Tubacex?
Lo primero, poner de manifiesto la vulneración del grupo Tubacex al derecho a la libertad sindical con ocasión de la negociación colectiva. El Juzgado de Lo Social nos ha dado la razón. Así ocurrió que, estando en curso la negociación del convenio de empresa, en plena negociación, Tubacex urde una maniobra con la cual da por finalizada la negociación. Plantea que no hay nada más que negociar y su oferta final se encamina a que los trabajadores acepten o no una adhesión individual al texto del convenio que propuso el grupo con la aceptación inicial de STAT, una escisión de ELA, y CCOO. Se intentó vaciar de contenido el papel del comité intercentros, que es el órgano negociador, para poner en marcha lo que se denomina acuerdo laboral en masa, que es un intento de subvertir y alterar los derechos laborales basados en la negociación colectiva.
¿Era necesario ese paso para frenar a la patronal?
Nos parecía que había que parar esa actuación al grupo Tubacex, de referencia industrial en el tejido vasco y que tiene de presidente a Alvaro Videgain, que es, a su vez, presidente del Círculo de Empresarios, un lobby empresarial que se autoconsidera paladín del diálogo social. No podíamos permanecer con los brazos cruzados ante el ensayo, que puso en marcha de suplantar el instrumento clave de la negociación colectiva. En este caso, llama la atención que uno de los asesores de la empresa en la comisión negociadora fuera Manuel Sendón, que fue secretario general del Consejo de Relaciones Laborales, órgano que se caracteriza por demandar el entendimiento mediante el diálogo. Tengo que decir que Videgain se autoproclama defensor del diálogo social, pero en sus empresas no lo practica, vulnera la negociación colectiva y la libertad sindical.
¿Por qué lo hace?
Lo hace para condicionar el resultado final de la negociación. Es un elemento de presión. Trató de condicionar la resultante final del convenio colectivo, porque el 19 de diciembre de 2008 logró la conformidad de UGT, con STAT y CCOO, por lo que firmaron el convenio. Tubacex tiene como peculiaridad que el convenio establece que los acuerdos intercentros se adoptan por mayoría del 60%. Ese precepto es nulo desde la reforma laboral de 1994, hace quince años, que establece que basta la mayoría. Era insólito que teniendo la mayoría entre STAT y CCOO para un convenio de eficacia general, sin embargo, no firman y apuestan por el acuerdo individual en masa. Es decir, si no te adhieres, te quedas sin percibir los efectos retroactivos del salario... Se trata de un chantaje muy claro y directo a los trabajadores.
Pero, después negocian.
Así ocurrió, por eso desde LAB decidimos denunciar y salir al paso en un primer momento y en la medida de nuestras posibilidades, porque la actuación del grupo Tubacex suponía un precedente peligrosísimo. Porque, si se mantenía esa tendencia, se estaría dando carta de naturaleza a la desaparición o a la inutilidad práctica a la negociación y a la representación sindical, porque se daría un paso importante hacia la indivi- dualización de las relaciones laborales.
¿Intenta siempre la patronal acordar con los trabajadores de forma individual?
Así es. Un paso utilizado es el convenio de eficacia limitada, pero el de Tubacex es más grave. Porque, suponiendo que el necesario 60% de representatividad del comité de intercentros siguiera en vigor, con todo, tendrían la fuerza suficiente para el convenio de eficacia limitada, que se utiliza para trucar la falta de acuerdo amplio. Incluso no acudieron ni al Preco, ni a la intermediación. Si no reaccionamos a esta operación se instauraría un precedente peligroso, que podría ser utilizado por otras empresas señeras del tejido industrial.
Hubo respuesta en forma de paros, ¿no fue suficiente?
Se hicieron paros entre ELA, LAB y UGT con seguimiento irregular. La acción sindical reivindicativa se complementó con la vía judicial ante la agresión prevista, porque entendimos que era necesario interponer una demanda sindical por la vulneración del derecho a la libertad sindical,
¿Es ésta la segunda sentencia en contra de Tubacex?
Sí. La primera fue por el «apartheid», ya que echó a LAB de una comisión de seguimiento o de empleo, por el hecho de no haber firmado el convenio colectivo. Fue en enero de 2008 y está pendiente de recurso al TSJPV. En esta última, el Ministerio Fiscal entendió que no había conculcación del derecho de libertad sindical. Es positivo que la juez haya sentenciado la conculcación del derecho a la libertad sindical.
Al final, le salió mal el ensayo a Videgain
Sí. Si llega a salir bien, hubiera tenido efectos demoledores para la negociación colectiva y en contra de la representatividad sindical.
¿Que llamamiento hace por si ocurre algo similar en otros centros??
Como LAB, no vamos a permitir que cojan carta de naturaleza maniobras tendentes a desactivar el movimiento sindical y la individualización de las relaciones laborales. Si ocurre así, responderemos, sin duda.
«El grupo que preside Alvaro Videgain apostó por un acuerdo individual en masa, es decir, si no te adhieres, te quedas sin percibir los efectos retroactivos del convenio. Es un chantaje directo a los trabajadores, que desde LAB no podíamos permitir»