El líder supremo iraní pide a Barack Obama que acompañe sus palabras con hechos
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, respondió ayer al presidente estadounidense, Barack Obama, que la República Islámica cambiará de política cuando Estados Unidos modifique su actitud y no sólo sus palabras con respecto a Irán. Insistió en que no percibe una variación sustancial en la política hostil estadounidense hacia su país, pero dejó entreabierta una puerta tras el discurso conciliador del mandatario noteamericano.
GARA |
En un gesto sin precedentes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, se dirigió ayer a la nación a través de un discurso televisado en el que respondió a la oferta de acercamiento lanzada el viernes por el presidente estadounidense, Barack Obama, solicitando un verdadero «cambio» en la, a su juicio, inmovilista política de EEUU respecto a su país. Al mismo tiempo, urgió a Washington a que deje de inmiscuirse en el panorama internacional.
«Se nos ha alimentado con el eslógan del cambio, pero en realidad no hay cambio por ninguna parte. No hemos visto cambio alguno», declaró Jamenei en su comparecencia realizada en la ciudad de Mashhad.
«No hemos percibido ningún cambio. ¿Qué significa un cambio en vuestra política? ¿Habéis levantado las sanciones? ¿Habéis retirado vuestro apoyo al régimen sionista? Decidnos qué habéis cambiado. El cambio de tono es insuficiente», advirtió.
En este sentido, el líder supremo iraní y sucesor de Jomeini consideró que el ofrecimiento del presidente estadounidense está vacío de contenido. «El cambio debe consistir en algo más que palabras», indicó.
Pese a la crítica, Jamenei dejó entreabierta la puerta a un futuro acercamiento con EEUU. «Carecemos de experiencia con la nueva Administración estadounidense y con su nuevo presidente. Observaremos y decidiremos. Si vosotros cambiáis de actitud, nosotros cambiaremos la nuestra», declaró la máxima autoridad iraní, cuyo país se encuentra sometido a duras sanciones. Al respecto, señaló, con ironía, que el pueblo iraní «agradece a EEUU las sanciones impuestas», porque eso ha permitido fortalecerse a la República Islámica.
En su mensaje, Obama destacó el «compromiso de EEUU con la diplomacia» que «afronta toda clase de asuntos y persigue alianzas constructivas». Recalcó que «este proceso no avanzará mediante amenazas» y agregó que «buscamos un compromiso honesto y basado en el respeto mutuo». Asimismo, defendió que Irán tenga «su sitio de pleno derecho en la comunidad internacional», pero matizó que esto no se logrará si Teherán no pone algo de su parte.
El gran ayatolá insistió ayer en que el cambio de EEUU ha de ser sustancial e insinuó que Washington debe disculparse por lo que Teherán considera «sus errores y conspiraciones del pasado». «EEUU ha insultado a la nación iraní y ha amenazado a nuestro país con acciones bélicas bajo varios pretex- tos, pero no podrán intimidarnos», agregó, tras indicar que «nuestro pueblo no acepta que se le proponga negociar al tiempo que se blande la amenaza de la presión».
De igual modo, Jamenei aseveró que EEUU se ha convertido en un país «odiado» por el mundo, e instó a la Administración Obama a «dejar de inmiscuirse» en las cuestiones internas de otros estados.
Después endureció su discurso y denunció que los anteriores gobiernos estadounidenses «han aleccionado a distintos grupos antiiraníes en diversos puntos del país para que provocaran acciones subversivas que desestabilizaran el régimen».
Acciones desestabilizadoras
Jamenei acusó a la marina de EEUU de haber derribado en 1988 un avión comercial iraní con 290 pasajeros a bordo y de haber apoyado al entonces presidente iraquí, Saddam Hussein, en la guerra contra Irán (1980-1988). «Saddam Hussein no podría haber atacado Irán si Washington no hubiera dado luz verde», aseguró.
Aunque Irán y EEUU rompieron sus relaciones diplomáticas en abril de 1980, una vez consolidado el triunfo de la revolución islámica que derrocó al último sha de Persia, el pro- occidental Mohamed Reza Pahlevi, las raíces del conflicto se remontan a 1953. Entonces un golpe de Estado ejecutado por la CIA e instigado por los servicios secretos británicos acabó con el Gobierno del primer ministro Mohamad Mosadegh y devolvió el poder absoluto al sha.
En 2002, las relaciones entre ambos países se deterioraron aún más después de que EEUU acusara a Irán de ocultar un programa nuclear paralelo para dotarse de armamento atómico, acusación que Teherán niega.
Desde que Obama asumió el cargo de presidente en enero, la Casa Blanca ha realizado dos gestos dirigidos a Irán, aunque sin descartar otras opciones.
La respuesta iraní ha sido siempre la misma, aunque comienzan a percibirse algunos resquicios en el discurso político. Varios responsables iraníes han admitido que el régimen estudia de verdad las propuestas de EEUU y que, como primer paso, podría asistir a finales de mes a la cumbre sobre Afganistán.
«EEUU ha insultado a la nación iraní y ha amenazado a nuestro país con acciones bélicas bajo varios pretextos, pero no podrán intimidarnos», advirtió Ali Jamenei.