Una familia unida por una enfermedad congénita
«Un cuento de Navidad»
La nueva película del enfant terrible Arnaud Desplechin se estrena fuera de Navidad porque no es un melodrama navideño al uso y su comercialización en esas fechas habría provocado reacciones airadas entre el público despistado. También fue desconcertante su participación en los premios César, donde estaba nominada en nueve categorías y salió de vacío. No obstante, la presencia de Catherine Deneuve se hizo notar en Cannes, donde fue homenajeada.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Por primera vez se estrena una película de Aranaud Desplechin en nuestro mercado, pero no hay que rasgarse las vestiduras por cuanto se trata de un autor minoritario, desconcertante y provocativo, que tan sólo cuenta con un grupo de selectos admiradores en los circuitos de arte y ensayo, incluidos los norteamericanos. Este cineasta de mediana edad, nacido en Roubaix, irrumpió como otro nuevo enfant terrible con el comienzo de la década de los 90, cuando llamó la atención de la crítica especializada con su ópera prima «La vie des mortes». Permanentemente amado y odiado, iba a dejar de ser discutido recientemente gracias a «Rois et reine», una obra extraña que ha supuesto su consagración definitiva. Por eso llegaba a Cannes el pasado año para presentar «Un cuento de Navidad» con todo a favor, gracias también a que a el festival aprovechó la participación de Catherine Deneuve en la película para conceder a la actriz el premio a toda su carrera.
Arnaud Desplechin hace una lectura muy suya del melodrama navideño, un género típicamente norteamericano que convierte en irreconocible mediante unos enloquecidos diálogos en francés. A lo largo y ancho de «Un cuento de Navidad», que dura dos horas y media, se aleja deliberadamente de cualquier convencionalismo narrativo, a base de experimentar con su reparto coral buscando situaciones inesperadas con las que descolocar al espectador. La familia Vuillard está compuesta por unos elementos igualmente raros, cuyos conflictos internos se dirimen alrededor de una enfermedad genética que les obliga a escoger a los miembros más idóneos para el transplante de médula ósea, lo que desencadena todo tipo de tensiones. Una reunión familiar navideña servirá de catárquico punto de encuentro.
El Festival de Cine de Donostia dedicará en su próxima edición una retrospectiva al novísimo cine francés, que los organizadores han denominado figuradamente «La contraola». Se proyectarán en total cuarenta largometrajes realizados por cineastas muy dispares, entre los cuales destaca a su manera Arnaud Desplechin, que se lleva la calificación de nuevo enfant terrible, con permiso del resto de jóvenes y no tan jóvenes autores seleccionados: Christophe Honoré, Laurent Cantet, Nicolas Klotz, Gaspar Noé, Jacques Audiard, Lucile Hadzihailovic, Pascal Laugier, Bruno Dumont, Robin Campillo o Alexandre Aja. M. I.