TENIS Kim Clijsters anuncia su regreso al circuito WTA
El retorno de una reina que abdicó de su corona
La flamenca, que se retiró en mayo de 2007 con sólo 23 años, jugará en agosto el torneo de Cincinnati.
Benoit NÖEL | BREE
Primera tenista de nacionalidad belga que alcanzó el número uno mundial, la flamenca Kim Clijsters, al anunciar su retorno a la competición casi dos años después de su retirada, ha hecho suspirar de placer a los súbditos de un reino que en los últimos meses se ha visto privado de sus mejores jugadoras.
El vacío dejado hace diez meses por el retiro de la valona Justine Henin -mayo de 2008-, un año después de que lo hiciera su rival -las relaciones entre ambas han sido a menudo tensas- será así parcialmente rellenado.
Si la joven Clijsters -cumplirá 26 años en junio- reencuentra todas sus capacidades físicas y tenísticas, no es descartable un rápido retorno a la parte noble de la clasificación mundial.
«Kim tiene ciertamente potencial para rivalizar con las mejores del momento. Pero hace falta que sea respetada por las lesiones, que a menudo han perturbado su carrera», explicaba hace unos días su antiguo entrenador Carl Maes.
Además, ya no es la misma joven que debutó en 1999. Casada con el jugador de baloncesto estadounidense Bryan Lynch, es madre desde hace un año de un bebé llamado Jada. En enero pasado sufrió el fallecimiento de su padre, el ex futbolista internacional Lei Clijsters que, verdadero protector, la acompañaba por todo el circuito. Sin él y con la prioridad de Jada, su retorno no carece de incógnitas.
Una cosa es cierta, su vuelta agradará a mucha gente. Para empezar, a sus colegas. Pues Kim, modelo de simpatía, tiene numerosas amigas entre sus adversarias.
También a los espectadores que se vuelven locos con jugadoras espectaculares como puede serlo esta potente diestra, sobre todo cuando hace el spagat para alcanzar en una esquina de la pista una bola que parecía imposible.
Sin olvidar a los responsables de la WTA y a los organizadores de torneos, que deben de estar frotándose las manos ahora que se habla de crisis en el tenis femenino por una supuesta bajada de nivel. Hambriento de campeonas carismáticas, el circuito acaba de reencontrar una.
Klim CLIJSTERS | Tenista
¿Por qué retorna?
Todo empezó con una llamada de Wimbledon, que me invitaron a jugar un partido de exhibición contra Steffi Graf. Para estar a la altura comencé a entrenar, y poco a poco me volvió el gusanillo. Me sorprendí de esas ganas de jugar y la idea de un verdadero retorno siguió su curso. No era una decisión fácil, ya que ahora soy madre y esposa.
Concretamente, ¿cómo va a ser su vuelta a las canchas?
Voy a disputar en verano el torneo WTA de Cincinnati, después Toronto y en setiembre el Open USA. Después evaluaré la situación. Habrá que ver cómo combino mi situación familiar con la vida en el circuito. La clave será la gestión de mi tiempo. También habrá que ver cómo responde el físico.
Si todo va bien, ¿podremos verla en el circuito durante varios años?
No puedo responder ahora. Después del Open USA veré si disputo algún otro torneo WTA este año o si me conformo con el torneo de exhibición de Anvers en diciembre. Intervendrán multitud de parámetros. Puede que siga uno, dos, quizá tres años. O bien quedarme aquí. Es imposible saberlo ahora.
El tenis femenino busca patrona. ¿Aspira a retornar en un buen estado para poder asumir ese rol?
Juzgaré el nivel sobre la pista. Hay numerosas jugadoras nuevas a las que no conozco. Me resulta imposible ubicarme. Yo no soy alguien que se contentará durante mucho tiempo estando en la 50ª plaza mundial, pero lo repito, ya se verá. Regreso sobre todo porque me gusta el tenis. Sólo el placer ya cuenta.
¿Podría su retorno influenciar en Justine Henin?
¿Por qué no? No sé nada. La última vez que nos vimos fue en diciembre pasado, y en ese momento no salió el tema.
¿Ha tenido algo que ver la reciente muerte de su padre?
Nunca me dijo nada, ni preguntó, ni me presionó. Pero había asegurado a algunos amigos estar convencido de que yo volvería.