La coalición de Gobierno en Montenegro aspira a una victoria aplastante en las elecciones parlamentaria anticipadas que se celebran hoy y que podrían terminar apuntalando en el poder al actual primer ministro y líder de la Coalición para un Montenegro Europeo (CME), Milo Djukanovic.

Las encuestas apuntan a que la CME podría obtener hasta más del 50% de los votos, por lo que de acuerdo con la ley electoral montenegrina, podría terminar gobernando en solitario. La decisión de anticipar las elecciones responde a numerosos factores, pero destaca sobre todo que la CME de Djukanovic ansía incorporarse rápidamente a la UE y solicitar préstamos al FMI.

«Teniendo en cuenta las numerosas demandas que se le han pedido a Montenegro para su acceso a la UE, el Gobierno considera que este proceso adoptado por el Parlamento y el Gobierno debe abordarse a lo largo de una legislatura completa», apunta el viceprimer ministro, Igor Luksic. Los intentos de adhesión a la UE de Montenegro suelen caer en saco roto por el elevado índice de corrupción burocrática que sola las instituciones del país balcánico.

El propio comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, indicó en diciembre que «a Montenegro se le pide un gran esfuerzo en lo que respecta, sobre todo, a la consolidación de sus instituciones y a la aplicación de la normativa legal», en comentarios recogidos por el grupo de análisis Fundación Robert Schumann.

La actual coalición de Gobierno está conformada por cuatro partidos, pero destaca por encima de todos el Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro, presidido por Djukanovic, acompañado de su fiel aliado, el Partido Socialdemócrata de Montenegro, liderado por Ranko Krivokapic. La coalición se completa con dos partidos minoritarios, la Iniciativa Cívica Croata y el Partido Bosniaco.

Pero para la oposición, lo que Djukanovic busca es afianzar su poder justo antes de que caiga lo peor de la tormenta financiera sobre Montenegro. Los analistas económicos advierten de que el turismo, el sector más importante de la economía montenegrina al proporcionar por sí sólo hasta una cuarta parte del PIB del país, experimentará este año un retroceso sin precedentes.

«Lo que quiere el Gobierno es organizar las elecciones de la forma más rápida posible, porque los efectos de la crisis económica complicarán en gran medida sus esfuerzos para cumplir sus obligaciones, reduciendo así sus posibilidades de éxito», señaló Velizar Kaludjerovic, portavoz del gran partido de la oposición, Nueva Democracia (NOVA), formado de la unión de los antiguos Partido Socialista Popular y Partido Popular Serbio.

De igual modo se pronunciaba el líder del Partido Popular, Predrag Popovic. «Nadie se cree las razones que ha mencionado el Gobierno. Es de sentido común. Nos enfrentamos a una crisis extremadamente seria, que no ha sido causada por Montenegro pero cuyos efectos concretos son consecuencia directa del comportamiento del Gobierno. Por ello quiere convocar elecciones lo antes posible, para evitar los efectos de esa crisis», indicó.

División en la oposición

La oposición montenegrina está dominada por enormes disputas internas y una profunda fragmentación que impiden que sea un rival con entidad para el Ejecutivo de Djukanovic. A NOVA se ha sumado recientemente la Liga Norte, pero tres diputados del partido Movimiento por los Cambios han formado su propio grupo político, Centro Democrático.

Todos los intentos opositores para formar una coalición relevante tiene visos de fracaso. En particular el emprendido por el presidente de NOVA, Andrija Mandic, que ha intentado desarrollar una alianza electoral con el Movimiento por los Cambios de Nebojsa Medojevic.

El motivo principal es que no han tenido tiempo suficiente para unificar sus esfuerzos y presentar una sola lista de candidatos. «Esa sería la única opción para conseguir mayoría pero ahora mismo, la verdad, suena a ciencia ficción», declaró el analista Milos Besic.

«La gente carece de alternativas claras y seguirán votando por Djukanovic y sus aliados. No es que se haya vuelto más fuerte, sino que sus rivales son más débiles», declaró a Reuters el ex director general de la revista «Monitor» Drasko Djuranovic.

«No me gusta Djukanovic, pero voy a votar por él porque no hay nadie mejor», reconoció Vojo Petrovic, dependiente de una tienda en la capital montenegrina, Podgorica.