Javi Salgado está orgulloso de poder alcanzar este mediodía en Badalona -12.30, retransmitido en directo por el primer canal de ETB-, ante DKV Joventut, su partido 300 con el Iurbentia Bilbao Basket, equipo al que llegó en verano de 2001 cuando todavía se encontraba en LEB-2 y con el que dentro de semana y media disputará la fase final de una competición europea. Un auténtico profeta en su tierra.

Desde hace casi ocho años, el capitán bilbaino ha jugado 41 partidos en LEB-2 (entre Liga y Copa), 81 en LEB (Liga y Copa), 165 en en la Liga ACB (Liga, Copa y Supercopa), a los que ha sumado 12 en la Eurocup, número que pudiera dilatarse hasta 15 si la fortuna acompaña a los hombres de negro.

En estos 299 encuentros, el valiente base de Santutxu ha sumado 8.017 minutos de juego, 3.450 puntos anotados -varias de ellos clave en el devenir de partidos y hasta del propio club bilbaino- y 1.155 asistencias. En ACB, donde lleva 261 partidos, promedias unas estadísticas por choque de 9,9 puntos, 3,4 asistencias, 3,4 faltas recibidas y 10,4 de valoración.

«Cumplir mi partido 300 me hace sentir que me voy haciendo mayor, pero la verdad es que es un orgullo. Ver dónde estábamos y todo el camino que se ha recorrido es algo increíble. Hemos pasado de jugar en LEB-2 a una Final Eight en la Eurocup. Es la muestra de todo lo que se ha recorrido y estoy orgulloso de haber podido participar en ello», confesaba el capitán.

De la mano de Vidorreta

El director de orquesta, de 28 años de edad, llegó al Bilbao Basket procedente del León y de la mano de Txus Vidorreta, de quien ha sido la extensión en la cancha durante un trayecto de continuo crecimiento y pleno de buenos momentos.

«La clave puede ser que, tanto Txus en su trabajo como técnico como yo en la pista, hemos ido progresando y adaptándonos a lo que la propia competición nos iba requiriendo. Los dos hemos mejorado mucho, hemos ido subiendo de categoría y lo hemos hecho bien. Creo que ésa es la clave, además del entendimiento que siempre ha habido entre los dos», explicaba el emblema del conjunto vizcaino.

Entre los éxitos obtenidos por el equipo, siempre con Salgado como pieza básica, figuran el ascenso desde la LEB-2 a la ACB en tres temporadas (entre 2001 y 2004); los títulos de Liga y Copa de LEB-2 (2001/2002) y de la LEB-1 (2003/2004).

Después de tanto tiempo y tantas vivencias, Salgado mantiene como mejor recuerdo el momento en que el cuadro de Bilbo volvió a hacerse un hueco en la élite.

«El mejor momento fue el ascenso a ACB en León. Era algo que cuando estábamos en LEB-2 parecía tan lejano, casi utópico y en sólo tres años lo conseguimos. Además con un 3-0, por la vía rápida y con los aficionados allí. Para mí, ese día fue redondo», rememoraba Salgado.

Por contra, el estreno en la ACB trajo el mayor sinsabor. «El primer partido en ACB contra el Tau, una derrota en La Casilla por 57-104. Fue una pesadilla. Íbamos perdiendo de 20, de 30 en la segunda parte y el Tau no paraba de apretar. Es una de las pocas veces que he estado en una cancha deseando que se acabara un partido».

Sea como fuere, precisamente el pasado derbi del BEC trajo consigo el mejor triunfo del año para los hombres de negro; una victoria que Salgado celebró casi tanto como su partido 300.