Los tropiezos de las últimas semanas mantienen al Alavés en el filo de la navaja. Sin embargo, las distancias son aún lo suficientemente cortas como para que una posible reacción tenga premio inmediato.

Hoy la tendría. Gracias al empate que firmaba ayer Las Palmas, una victoria sacaría a los albiazules del descenso esta misma jornada. Mucho que ganar, por tanto. Pero, es lo que tiene una trayectoria como la del Alavés, hay aún más que perder, en caso de que se prolongue la mala racha. En lo psicológico -cuatro jornadas sin triunfo pesan mucho- y en lo tangente, porque seguirían faltando veinte puntos para asegurar la permanencia y quedarían apenas doce jornadas para conseguirlos. Sin olvidar que los rivales también juegan y, aunque tanto Córdoba como Eibar se enfrenten a rivales igualmente complicados, pueden empeorar aún más la situación.

Lo que son las cosas, es precisamente ese estado de emergencia el que más preocupa a Juan Carlos Mandiá. «Hay cierto componente heroico en los equipos que se juegan la permanencia», advierte el entrenador del Hércules, que afronta el choque con las bajas de tres jugadores habituales, Expósito, Tuni y Aguilar, todos ellos por sanción.

Vuelve Juanjo

Claro que no está como para quejarse, viendo el cuadro de Javi López, con sólo 19 jugadores disponibles -todos han quedado convocados- para la cita. El técnico, al menos, recupera a Moreno y Juanjo -aunque éste tenga que jugar con una máscara-. Ambos entrarán en el once titular que, precisamente por el regreso del delantero, volverá a plasmar un 4-4-2. No hay demasiadas dudas sobre los planes de Javi López, excepto en lo concerniente al centro de la defensa, donde Almirón, Pablo Casar y Natxo Garro parecen disputarse una plaza.

Unos mimbres con los que Javi López espera superar a un rival que considera uno de los «más claros candidatos al ascenso», gracias a su dominio «de todos los aspectos del juego».