El que fuera propietario del gigante petrolífero ruso Yukos, Mijail Jodorkovski, pidió ayer la comparecencia como testigo del primer ministro, Vladimir Putin, en el proceso que se sigue en su contra por robo y lavado de dinero, delitos por los que podría ser condenado a hasta 22 años de prisión. «Es importante que Vladimir Vladimirovich Putin sea llamado como testigo, ya que le entregué personalmente los informes sobre el destino de esos ingresos».

También solicitó la comparecencia en calidad de testigos de otros responsables políticos, incluido el viceprimer ministro y líder de los «siloviki» (antiguos miembros del KGB y del Ejército que ocupan altos cargos del Estado), Igor Setchine, a quien se considera impulsor de las actuaciones judiciales en contra del que fue el hombre más rico de Rusia.

El segundo juicio contra Jodorkovski y su socio Platon Lebedev, que ya cumplen una pena de prisión de ocho años por delitos económicos de los que se declaran inocentes, comenzó ayer con la detención de cinco manifestantes que denunciaban el móvil político de la persecución de la petrolera Yukos.