El presidente venezolano, Hugo Chávez, invitó a su homólogo sudanés, Omar al-Bachir, a visitar Venezuela para demostrarle su apoyo frente a la orden de detención contra él de la Corte Penal Internacional.

Chávez tildó de «adefesio jurídico y un atropello político no sólo para Sudán, sino para todos los pueblos del tercer mundo», la decisión de la CPI.

En un discurso muy ovacionado, líder venezolano atribuyó esta decisión al «cinismo» de los países desarrollados, y se preguntó «por qué no persigue a Bush»".

También consideró hipócrita la «actitud del imperio», en referencia a EEUU, respecto al nuevo Gobierno israelí, que no reconoce a Palestina como un país, después de que Washington rechazase a Hamas porque no reconoce a Israel.