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Maite SOROA | msoroa@gara.net

Se les va la pinza

A los profetas del unionismo hispano les pasa como a los comedores compulsivos, que una vez que empiezan a masticar no pueden parar. Ahora que han firmado un pacto en la CAV y Miguel Sanz ha proclamado su intención de no pagar el kilómetro contratado en Korrika, amén de su inmensa satisfacción porque en EiTB no cuenten si va a llover o nevar en Iruñea el 6 de julio, se han lanzado a una carrera alocada hacia el despropósito. La prensa es buena muestra de ello.

Ayer en «Abc» ponían el grito en el cielo porque durante la retransmisión de la final de parejas, el domingo, las cámaras de ETB enfocaron, entre otros, a Arnaldo Otegi. El párrafo es de los buenos: «El seguimiento que la televisión vasca ha hecho de un partido de pelota con imágenes a favor de los presos, se ajusta al `libro de estilo' que ETA trata de imponer desde sus `zutabes' al ente autonómico». Y lo definen así: «un siniestro manual con el que pretende dirigir desde algún zulo de Biarriz o Bayona el ente autonómico y como arma disuasoria, el pasado 30 de diciembre hizo estallar un coche bomba junto a su sede de Bilbao. ¿El peloteo del Atano III habrá dejado satisfecha a la banda?». ¡No me digan que no es para mondarse!

Y si ello fuera poco, la indignación alcanza su punto álgido cuando dejan constancia de un hecho terrible: «En la imagen, Otegi aparece sonriente». Está clarísimo que eso sólo puede obedecer al «libro de estilo» de ETA. No tengo la menor duda.

También en «El Mundo» han dado rienda suelta a sus apetitos. Ayer la tomaron con Korrika, que «se presenta como una marcha en pro del euskara, pero quien haya visto la comitiva que cada dos años recorre la CAV, Navarra y el país vasco francés, se da cuenta enseguida de que las reivindicaciones de esta peculiar carrera no hacen referencia en exclusiva a la lengua vasca». Les duele en el alma que miles de personas se echen a la calle con reivindicaciones ajenas al unionismo y responden con la pataleta: «Las fotos oficiales de la propia organización, al paso de la marcha por Pamplona, con carteles de apoyo a Segi y a los presos de ETA, son suficientemente ilustrativas y motivo más que de sobra para que las instituciones retiren su ayuda. La descarada utilización de los niños, a los que se manipula, añade un repugnante agravante». Repugnante es lo que tienen Pedro J. y compañía metido en la cabeza.

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