Josu Miren Mendinueta, alcalde de Arbizu, y Koldo Flores, presidente del Concejo de Lizarragabengoa, explicaron ayer en rueda de prensa los motivos por los que han decidido apoyar las peticiones vecinales para realizar sendas consultas sobre el TAV en ambas localidades. La primera se celebrará en Lizarragabengoa el día 10 de mayo, y una semana después será en Arbizu.

Tanto Mendinueta como Flores indicaron que en su decisión han tenido en cuenta las «consecuencias directas» que tendría el TAV en ambos pueblos, al tiempo que esgrimieron argumentos económicos y ambientales para mostrar su rechazo a este proyecto.

«Los recursos necesarios para llegar a cabo una obra de estas características son descomunales. Se utiliza dinero público para financiar un plan que sólo beneficiará a quienes reciban la adjudicación de las obras y a la minoría social que utilizará el TAV», afirmaron.

En este sentido, consideraron «grave» la actitud del bloque UPN-PSN, y «muy preocupante» el hecho de que «frente a este saqueo de lo público no exista oposición real en el Parlamento, donde todos los partidos coinciden en la defensa del TAV».

Respecto a las consecuencias ambientales, advirtieron de que el TAV supondría «un brutal impacto visual, ocupación de tierras, destrucción de acuíferos, aumento de consumo energético, infinidad de escombreras y afección a ecosistemas de alto valor ecológico», entre otras.

Otra razón para apoyar la iniciativa vecinal es la de los derechos democráticos. «Resulta inaceptable -dijeron- que en un proyecto de tal calado ni se informe a la sociedad ni se le permita utilizar tal información para decidir. No podemos aceptar imposiciones, es necesario dar la palabra a la ciudadanía».