Llamado al rescate del fútbol nacional después de dos campañas desastrosas -Mundial 2006 y Juegos Olímpicos de 2008-, Radomir Antic parece haber encontrado la fórmula que asegure el resurgir de la selección de Serbia, actualmente a la cabeza del grupo séptimo de clasificación para el Mundial 2010.

«Cada nueva convocatoria de la selección aporta cierto progreso, las relaciones son más humanas y podemos, por fin, disfrutar del placer de nuestro trabajo», explica el entrenador balcánico.

Antic tomó las riendas del combinado serbio en agosto de 2008, a pocas semanas de que se disputara el primer partido de calificación. Su designación estuvo precedida de un cambio en la cabeza de la Federación de Fútbol Serbia (FSS), el pasado mes de julio. Tomislav Karadzic resultó elegido presidente casi cinco meses después de la dimisión de su predecesor, acusado de corrupción.

Reforzado por la autoridad que le confiere una brillante carrera como técnico en la Liga española, en la que dirigió a los equipos más grandes, el Real Madrid y el Barcelona, además de conseguir el doblete con el Atlético en 1996, Antic se ha consagrado como el reinventor de la selección serbia.

Los resultados han llegado casi inmediatamente y su equipo ya encabeza el grupo 7 de calificación para el Mundial 2010, con cuatro victorias y una derrota. Tras obtener carta blanca, el entrenador serbio seleccionó a jugadores de su gusto, la mayoría de ellos integrantes del equipo sub 21 que jugó la fase final de la Eurocopa, rodeados además de otros elementos que tienen experiencia en equipos importantes del panorama futbolístico internacional.

Antic ha reconstruido su selección dando prioridad a la confianza con sus hombres y apoyándose en un líder en cada una de las líneas del campo. Nemanja Vidic, indiscutible en el Manchester United, comanda la defensa; Dejan Stankovic, titular en el Inter y designado capitán por Antic, controla la medular; mientras que Nikola Zigic, el gigantón del Racing, se encarga de las tareas ofensivas.

El nuevo seleccionador ha incorporado una atmósfera positiva al grupo, recuperando a los futbolistas de origen serbio que han podido coquetear con la posibilidad de jugar en otros combinados estatales, caso de Zdravko Kuzmanovic, de la Fiorentina, o incluso Neven Subotic, del Borussia Dortmund.

Confianza política

Antic goza de la plena confianza de la FSS, además de la totalidad de la clase política serbia, tanto de la oposición como del gobierno. «Los jugadores han creado un equipo que practica un fútbol que me gusta y no podemos quedarnos sólo con la clasificación para el Mundial. Ellos me han convencido, por sus cualidades, que podemos ser más ambiciosos y soy optimista», indicó Antic.

La confianza que tiene en sus pupilos es ilimitada. Así, viene llamando a Zigic, descartado en el Valencia, y confía la portería al cancerbero Vladimir Stojkovic, que calienta banquillo en el Getafe, después de haberlo hecho con anterioridad en el Sporting de Lisboa. Ello no va a impedir que Antic esté a punto de conseguir su mayor éxito en un grupo en el que todo el mundo pensaba que Francia y Rumanía serían los clasificados.