ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU se unen frente la crisis
La mayoría sindical convoca una huelga general el 21 de mayo para denunciar la destrucción de empleo
La mayoría sindical vasca ha convocado huelga general para el día 21 de mayo. Denuncia la «elevada destrucción» de empleo y el «permanente chantaje» de la patronal. Exige instrumentos para abordar la crisis en Euskal Herria.
Juanjo BASTERRA | BILBO
En el Estado francés se han realizado dos huelgas generales, otra en Italia y una más en Grecia y, sin embargo, en el Estado español, que es donde la crisis está azotando con más virulencia a la clase trabajadora, no se considera necesaria una respuesta social de estas características, mientras el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ocupa directamente de inyectar dinero de las arcas públicas a la élite económica y financiera.
La pérdida de empleo aumenta, según explicaron ayer los convocantes de la huelga general, ya que entre febrero de 2008 a febrero de 2009, han desaparecido 45.121 ocupados en Hego Euskal Herria, un 42% más que doce meses antes. Los expedientes de regulación se suceden: entre enero y febrero son 20.596 los trabajadores afectados, casi los mismos que durante todo el año pasado, que alcanzaron a los 23.835 trabajadores. El paro sigue creciendo, ya son 153.032 inscritos en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, lo que representa un 11,13% de la población activa, que se encuentra entre las tres zonas con más paro de la Unión Europea. A todo esto se le une un claro deterioro de las condiciones laborales en las empresas.
Oxígeno para los trabajadores
Ante esa radiografía dramática para una parte muy importante de la población, la mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru, ha convocado una huelga general para el próximo 21 de mayo en Hego Euskal Herria para «dar oxígeno» a la sociedad «ante el chantaje de los empresarios» y «la sumisión de los gobiernos a los intereses de la élite económica». El anuncio fue considerado como una sorpresa, pero Adolfo Muñoz, Txiki (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB), Josu Balmaseda (ESK), Arantza Fernández de Garaialde (STEE-EILAS), Ainhoa Iturbe (EHNE) y Patxi Agirre (Hiru) explicaron que la crítica situación demandaba una reacción directa y avisaron de que tratarán de «concitar otras adhesiones sociales» para lograr los máximos apoyos para el paro general.
Explicaron que la convocatoria de huelga supone «la denuncia de la destrucción de empleo y del chantaje permanente de la patronal», pero también es «la crítica a las actuales políticas sociales y presupuestarias de las administraciones públicas» y, a la vez, «la exigencia de instrumentos para abordar la crisis desde Euskal Herria». Manifestaron «estar hartos» de esas políticas de los gobiernos que «sólo benefician» a los más podero- sos. Josu Balmaseda, de ESK, recordó que la huelga general está provocada por «el poder de las cifras alarmantes del deterioro del mercado laboral y la sociedad en general debido a una crisis que se nos quiere cargar a los trabajadores, que no somos los culpables». Arantza Fernández de Garaialde, de STEE-EILAS, reconoció que ante la actual situación es necesaria «una respuesta contundente».
Menos impuestos
La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, explicó que «la jornada debe traducirse en una amplia movilización de solidaridad con los trabajadores que han perdido su empleo, o que nunca lo han tenido, con los que están viendo cómo las diversas patronales, con la ayuda inestimable de las administraciones, conculcan reiteradamente sus derechos y degradan las condiciones laborales y de acceso a un puesto de trabajo; una jornada de denuncia de un sistema económico y social que no tiene en cuenta a los trabajadores».
Etxaide, igual que lo hizo Muñoz más adelante, recordó que «se ha destruido mucho empleo, ha aumentado la precariedad laboral y se ha abaratado el coste del despido con el fin de permitir el aumento de los beneficios de los empresarios». Destacó que «se ha reducido la presión fiscal y el gasto social. Ocupamos los últimos lugares de la UE en estos temas».
Para Etxaide, «la huelga está justificada contra las medidas agresivas de destrucción de empleo y de las condiciones laborales, porque sólo persiguen que la élite económica siga disfrutando de más beneficios».
Adolfo Muñoz, Txiki, intervino en último lugar para dejar claro que «la decisión es muy responsable». Recordó, ante algunas interpelaciones, que la huelga no se hace como respuesta al futuro Gobierno de Patxi López, «porque comenzamos a contactar antes de las elecciones autonómicas», pero recordó que «cambian los gobiernos, pero quienes tienen opciones de gobierno han apoyado hasta la fecha las medidas que han favorecido a los empresarios y a los poderosos».
Sobre una futura mesa de diálogo social, Txiki Muñoz explicó que los próximos gestores del Gobierno de Lakua tienen que explicar «si están dispuestos a ir en contra de los intereses de la patronal, si no es así, ese diálogo social será el que conocemos en Nafarroa y Madrid, que sólo busca la paz social y obtener financiación, porque las políticas de empleo que se aprueban defienden los intereses de la patronal». Ante eso, el dirigente sindical de ELA recalcó que la huelga se hace en defensa del empleo y de las condiciones de trabajo para «dar oxígeno a la clase trabajadora».
Adolfo Muñoz preguntó ante la oferta de diálogo social de Patxi López si «está dispuesto a enfrentarse con la patronal, porque de lo contrario vamos a unos modelos similares a los de Nafarroa y Madrid, que sólo buscan la paz social a cambio de financiación».
Ainhoa Etxaide explicó que la huelga «está justificada por las medidas agresivas de pérdida de empleo y de las condiciones laborales, que sólo persiguen que la élite económica siga logrando beneficios».
Por primera vez, todos los sindicatos del Estado francés desfilarán juntos el Primero de Mayo. Hasta esa fecha realizarán movilizaciones e iniciativas para presionar al Gobierno Sarkozy para que no cargue la crisis sobre los trabajadores.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobará este viernes una inyección de 40.000 millones más para que las arcas públicas cubran parte de los riesgos de impagos empresariales y de las pérdidas que ocasionan a las aseguradoras de crédito.
El anuncio de la huelga para el 21 de mayo pilló con el paso cambiado a casi todo el mundo. La patronal Confebask aseguró que «es extralaboral, anacrónica e irresponsable». Insistió en que «no son motivos laborales, sino de conveniencia», a la vez que aseguró que se inscribe «en la estrategia del conflicto y la confrontación». La patronal vizcaina Cebek señaló que la huelga «es una herramienta demasiado potente», que «no va a solucionar nada» y dijo que «los empresarios no son los culpables».
CCOO de Euskadi afirmó que la huelga general «no conduce a nada» y calificó la convocatoria de «excluyente», mientras que el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, garantizó ayer en el BEC, donde acudió al IV Congreso de la Federación de Comercio, Turismo y Hostelería, que no hará uso de esa medida de protesta, mientras «no se toquen los derechos laborales y sociales».
UGT Euskadi mostró, por su parte, su sorpresa «ante la convocatoria de una huelga general sin pedir información al resto de los sindicatos». Rechaza «la prepotencia de ELA» y el «seguidismo de LAB y otras organizaciones sindicales» en una convocatoria absolutamente irresponsable, fruto de una estrategia basada en la división y el desgaste de la clase trabajadora».
La central que lidera Dámaso Casado entiende, además, que la huelga supone «una patada anticipada a la mano tendida del nuevo Gobierno Vasco en materia de diálogo social».
En este sentido se pronunció el secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, quien dijo que al convocar la huelga para el 21 de mayo, «los sindicatos nacionalistas se han sumado al PNV en su actitud de no dar ni aire al próximo Gobierno Vasco de Patxi López». La portavoz del Gobierno de Gasteiz en funciones, Miren Azkarate, no quiso opinar sobre la convocatoria, porque «en esas fechas habrá otro gobierno».
Por otro lado, CGT de Nafarroa explicó que apuesta por la huelga general «ante la situación generada por la crisis económica y ecológica que atravesamos». CGT anunció que «nuestra organización verá positivamente dicha movilización, como oportunidad de defender nuestra propia plataforma». No obstante, dice que iniciará un debate interno.
Hace diez años, el 21 de mayo de 1999, los mismos sindicatos que han convocado la nueva huelga general hicieron otra en favor de las 35 horas y el salario social. Esta iniciativa abrió un nuevo camino para enfrentarse a la patronal y, sobre todo, porque los empresarios no quisieron avanzar en el «Acuerdo por el Empleo» que se firmó en el Consejo de Relaciones Laborales. La huelga fue un éxito, pero la cerrazón de la patronal en cuanto a la reducción de la jornada ha provocado que la misma apenas haya variado en ese tiempo.
En 2002, la mayoría sindical vasca respondió el 19 de junio con una nueva huelga general, anticipándose en un día a la convocatoria estatal, en contra de la reforma de las prestaciones por desempleo, del despido más fácil de los empresarios y en defensa del marco vasco de relaciones laborales. ELA y LAB consiguieron que se paralizará la actividad y, sobre todo, se dieron cuenta, como manifestaron sus secretarios generales José Elorrieta y Rafa Díez, de que se pueden realizar convocatorias al margen de los dos sindicatos estatales, CCOO y UGT.
Es más, en esta segunda huelga general que fueron juntos ELA y LAB, Elorrieta señaló en la Gran Vía de Bilbo que «el 19-J ha sido un ensayo de por dónde debe ir el soberanismo vasco».
La huelga del día 21 supondrá una nueva vuelta de tuerca. Es una huelga para hacer frente a la crisis que está perjudicando a la sociedad en general. Las anteriores se hicieron con una economía en crecimiento.