La trigésima edición de la Copa se inicia hoy en la población alicantina de Monóvar, pero los dos equipos vascos no saldrán a escena hasta mañana. Itxako ha adquirido la etiqueta de favorito gracias al nivel desplegado en la Liga en donde ejerce de líder destacado. A Akaba Bera Bera le avala su condición de finalista en las tres últimas ediciones y su título de 2007.

«Cuando no tienes posibilidades de llevarte otras competiciones como el campeonato de liga, te centras más en estos torneos cortos». Lo dice Reyes Carrere, entrenadora del Akaba, un participante al que se le da bien esta competición porque según su técnico encaja perfectamente con las características de un equipo explosivo y rápido, ideal para su tipo de juego.

Reyes Carrere ha vivido dos de estas finales como entrenadora del equipo donostiarra, pero también como jugadora defendió la camiseta del Bera Bera en al menos otras tres finales coperas anteriores. Los títulos llegaron poco después de que en la sección de balonmano del club se dispararan las alarmas.

Habían pasado apuros económicos y los éxitos les dieron ánimo y energía para continuar en la pelea. En 2006 se plantaron en la final y un año después levantaron la Copa. «Conseguir títulos te afianza. Llevamos una buena línea. Ganar la Copa hace dos años y el año pasado la Supercopa nos ha puesto ahí y ha dado un impulso al club», admite la entrenadora guipuzcoana.

Tres finales coperas consecutivas para un Akaba que buscará la cuarta mes y medio antes de la que enfrentará al Athletic contra el Barcelona en Mestalla en el torneo del k.o futbolístico, otro mundo y otra dimensión.

¿Se sienten el Athletic del balonmano vasco? «Nosotras llevamos doce años consecutivos alcanzando la competición europea y el Athletic en este momento está peleando para no bajar. Es una diferencia significativa. Ellos después de 24 años juegan su primera final y nosotras en diez hemos jugado seis», responde Carrere a la broma.

El rival más propicio

La entrenadora del Akaba cree que el proyecto se ha consolidado. Las jóvenes se han convertido en experimentadas veteranas. «Menos las francesas y Yolanda Sanromán, todas las demás son jugadoras que llevan muchos años». El bloque importante -integrado por gente de casa como Patri Pinedo, Ziarsolo, Tati Garmendia o Esme López- repite en una competición que conocen y se iniciará para ellas mañana ante el Monóvar, el rival más deseado por su pésima situación liguera, donde es colista y acude al torneo copero en calidad de anfitrión.

«Cuando el balón se pone en juego... Ellas no tienen nada que perder y mucho que ganar», avisa Carrere, que cuartas en la Liga pretenden dar otro paso adelante mirando cada partido porque este suele ser un torneo de sorpresas y, a diferencia de la liga regular, no hay posibilidades de enmendar errores.

En la última edición, con sede en Lizarra, y precisamente con Itxako ejerciendo de anfitrión las donostiarras les eliminaron en semifinales. Al equipo de Ambros Martín, presente en todas las ediciones desde 2002, se le atraganta la Copa en esa fase a la que ha llegado en tres ocasiones y nunca ha superado.

El cuadro lizartarra abre mañana su tercer frente ante el Molly Cleb, tras su apabullante dominio liguero y su acceso a las semifinales de la EHF. Sólo el cansancio, fruto de la intensa temporada de las navarras, puede decantar la balanza a favor del conjunto leonés al que Itxako ya ha propinado un par de palizas esta temporada.

La expedición amarilla tenía previsto salir hoy a las ocho de la mañana rumbo a Alicante con la plantilla al completo y el refuerzo de Maite Zugarrondo, portera del segundo equipo.