Vecinos de Gasteiz ofrecen su solidaridad a Urrutia y Hernández y denuncian el montaje contra los jóvenes
I.B. |
Decenas de vecinos de Gasteiz y representantes del movimiento pro amnistía comparecieron ayer frente al bar Galtzagorri del barrio de Arana para denunciar la actuación policial que la semana pasada se saldó con la detención de tres personas y el encarcelamiento de una de ellas, Oier Urrutia, Txime, dueño del local. Tanto él como el trabajador de Galtzagorri David Hernández -que quedó libre con cargos- comparecieron el sábado ante el juez Baltasar Garzón.
En la comparecencia, en la que situaron estas detenciones en la «estrategia de guerra» del Estado español y su «intento continuo de criminalización de la juventud vasca», criticaron especialmente «la total impunidad» con la que ha actuado la Policía española en este y otros casos, y censuraron «los montajes policiales continuos y sin prueba alguna, amparados por el tribunal de excepción que es la Audiencia Nacional española con la colaboración mediática».
Y es que, según destacaron, la desinformación ha sido la tónica dominante en la actuación de la Policía española contra Galtzagorri y sus trabajadores, y detallaron cómo varios encapuchados, con chalecos con la inscripción «Policía», irrumpieron el jueves pasado en este bar, acosando y agrediendo a los clientes, rompiendo todo lo que encontraban -las fotos que mostraron ayer hablaban por sí mismas- y deteniendo a una joven, a la que también agredieron sexualmente, con tocamientos e insultos sexistas.
Al día siguiente, la Policía detuvo a Urrutia y Hernández, y tres días después el magistrado español encarceló al primero acusándole de ser de Segi y por «colaboración con banda armada».
Ante todos estos hechos, amigos y amigas de ambos jóvenes, clientes de Galtzagorri, taberneros y vecinos y vecinas del barrio denunciaron el «estado de excepción» impuesto a este pueblo y expresaron toda su solidaridad a Txime, David y a sus familiares y allegados.