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Trabajadoras de Sabeco de Errenteria cumplen seis meses de lucha

La plantilla del supermercado Sabeco de Errenteria ha cumplido seis meses de huelga en demanda de la aplicación del convenio provincial del sector, a lo que se niega la multinacional. Tienen la moral alta y muy claro que «no les vamos a dejar que vendan ni una barra de pan más». Y es que como dicen «está en juego nuestra dignidad», ya que sé niegan a seguir cobrando 730 euros al mes con pagas incluidas.

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Amaia ZURUTUZA |

El pasado 13 de octubre las 50 mujeres y dos hombres que forman la plantilla del supermercado del centro comercial Niesen de Errenteria y que gestiona Sabeco, del grupo Auchan, empezaron una huelga que a día de hoy se mantiene. La reivindicación es clara: que a las trabajadoras del supermercado les apliquen el convenio provincial de alimentación, tal y como se hace en todos los demás comercios, y que dejen de cobrar los 730 euros mensuales con pagas incluidas que reciben.

Seis meses donde la multinacional está «desaparecida» desde el primer día. «Ni siquiera hay un director», explicó Marisa Martín, delegada de ELA y trabajadora del supermercado. Sin embargo, la empresa ha pagado 55.000 euros mensuales por el mantenimiento del local, 330.000 en total. Un dinero con el que «hubiera cubierto las diferencias salariales demandadas en los siguientes cuatro años».

Pero parece que Sabeco no está por la labor y quiere mantener el convenio estatal firmado en Madrid, que dice aplica en todos los supermercados que tiene en el Estado español. «Mismo uniforme, mismo salario», dicen. Los sindicatos responden que «misma hipoteca, mismo salario». Pero como no es el caso, ya que el precio de la vida no es la misma en Cádiz o en Errenteria, reivindican que se ajusten los salarios a las realidades de cada territorio, y más concretamente que se aplique el convenio provincial, el de Gipuzkoa.

Y es que con 730 euros al mes con pagas incluidas hablamos de «una situación realmente de verguenza e indignidad hacía las mujeres», como lo manifestó el responsable de servicios de Oarsoaldea de ELA, Iñigo Zubeldia. El enfado y la indignación era palpable ayer en la rueda de prensa que ofrecieron responsable de ELA y LAB y la plantilla del supermercado. Y es que «esta gente (Sabeco) trae jornadas parciales, precariedad, salarios de miseria, trato indigno, estructuras telefónicas...» señalo Zubeldia.

Según Zubeldia, con este conflicto laboral «se está jugando con cambiar y prostituir las reglas que había hasta ahora en la negociación colectiva», ya que hasta ahora nadie discutía la no aplicación del convenio provincial. Y es que aunque la ley dicte que el convenio de empresa es el mas cercano al trabajador, y es el que se tiene que aplicar, hasta ahora en Hego Euskal Herria el de empresa se utilizaba para mejorar el provincial. En este sentido, Zulaika denunció que en Madrid no haya ninguna norma que diga que ningún convenio de empresa será aceptado en una provincia si en el conjunto del contenido es peor que el provincial.

Conflicto femenino

Sabeco se ha lanzado a una aventura que, según Zulaika, se trata de la entrada de un convenio de empresa estatal en Gipuzkoa, «claramente diseñada y firmada para ir vaciando los convenios provinciales», y más allá, está en juego «el nuevo diseño de las grandes multinacionales que traen convenios con paracaídas, caen, y las aplican».

Pero si una caracterización tiene este conflicto es el de tratarse de un conflicto femenino, «porque a los hombres ésto no se lo hacen, pagarles 730 euros porque lo dice el convenio estatal». «Esto es la mayor discriminación, porque no es que las mujeres cobren menos que los hombres, sino que se diseña una negociación colectiva donde la mujer tiene condiciones que no son aceptables», dijo Zulaika. En este sentido denunció la no presencia de responsables de las instituciones publicas. «Ni Ararteko, ni Emakunde, ni la responsable de igualdad de género de la CAV, Maite Erro; nadie se ha dado una vuelta por Errenteria». Y añadió, «este tema esta en los medios, y este tema es precariedad y mujer, aquí tendrían que venir, y no a tomar cócteles a Ajuria Enea porque les invita Ibarretxe. Y no han aparecido, nadie del Gobierno Vasco, nadie de la Diputación».

Y es que aunque se diga muchas veces la situación de las mujeres en el mundo laboral sigue teniendo realidades pésimas. «Para muchas de ellas es su primer trabajo después de mucho tiempo de eventuales, porque las mujeres primero son eventuales. Coges la vida de cada una y han sido eventuales, y no se han ido de ningún lado porque no han tenido oportunidad, porque las han echado siempre. O si tienen un puesto de trabajo, ésta es la consecuencia, y además les dicen que no se quejen», señaló Zubeldia.

No se olvidaron de mencionar que este mismo grupo no aplica el convenio estatal en Bizkaia, sino que aplica el provincial, «porque en su cálculo de coste corporativo, ante una bronca que pudiera surgir por rebajar salarios» no les merece la pena. En Durango, por ejemplo, el grupo cuenta con una plantilla de 140 personas y «ante la posibilidad de que la plantilla se pusiera en huelga, por el peso que tiene Sabeco en Bizkaia, y por la repercusión que pudiera causar en su imagen, no lo hacen».

En Gipuzkoa se estrenaron en Errenteria y decidieron aplicar el convenio estatal. Cuando llegó la cita para la negociación del convenio, la plantilla planteó su reivindicación y ante la negativa del grupo emprendieron la lucha. Tienen claro que no van a bajar la guardia, «vamos a pelear hasta las ultimas consecuencias», ya que «nos va en ello el salario, el resto de condiciones laborales y sobre todo esta en juego nuestra dignidad», dijo Martín.

El Ayuntamiento de defiende los puestos de trabajo

En marzo, el Ayuntamiento de Errenteria aprobó en el pleno, por unanimidad, una moción negociada con la plantilla de Sabeco, que contenía tres puntos.

Por una parte, aceptó que en el caso de que Sabeco abandonara su actividad en Errenteria la nueva empresa adjudicataria de la explotación del Supermercado del Centro Comercial Niessen tendría que subrogar a la totalidad de la plantilla actual. Por otra parte, que la nueva empresa adjudicataria de la explotación aplicaría el Convenio provincial del Comercio de la Alimentación de Gipuzkoa. Y por último, que en el consejo de administración de Murias Center, el representante del ayuntamiento en la misma, llevará esta propuesta para su definitiva aprobación.

Con la aprobación de esta moción la última palabra la tiene el Consejo de Administración del Centro Comercial y la empresa Murias y, según señalaron las trabajadoras, «estaremos atentas a los acontecimientos para que esta moción no caiga en saco roto». A.Z.

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