La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, realizó ayer una visita sorpresa a Irak, inmerso en una espiral de atentados, que sólo en dos días se ha cobrado la vida de unas 150 personas.

En la rueda de prensa que ofreció en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, incidió en el «compromiso» de Washington para que Irak «sea un país estable, soberano, independiente y completamente integrado en la región».

Clinton utilizó esos términos en dos ocasiones distintas durante su comparecencia y la reunión con representantes de varias organizaciones en la embajada de EEUU en Bagdad.

Afirmó que con la llegada de Obama a la Casa Blanca se abre una «nueva fase» en la relación entre los dos países.

Reiteró que las tropas estadounidenses se retirarán de Irak en 2011 y que hasta ese momento se llevará a cabo una «ordenada transición de responsabilidades entre» los ejércitos.

En cuanto a los recientes atentado, subrayó que «sólo han reforzado la determinación de los iraquíes para buscar un futuro mejor y su respuesta así como la de sus líderes ha sido unida».

Por otra parte, el mando militar estadounidense informó en un comunicado de la muerte ayer de un soldado en un ataque dirigido contra su patrulla en Kirkuk, al norte del país.

Con éste ya son 4.278 los militares estadounidenses muertos en Irak desde el comienzo de la invasión en marzo de 2003.