«Este museo -dijo Azkuna-, tiene más de doscientos cuadros guardados y los cuadros son para exhibirlos, no para guardarlos, así que creo que ha llegado el momento de pensar en una expansión». El alcalde de Bilbo hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa para presentar una selección de las obras del Museo de Bellas Artes adquiridas durante 2008 y el primer trimestre de 2009.

Sobre la posible ampliación afirmó que «resultará difícil» que pueda producirse en la actual sede del museo, ubicada en pleno parque de Doña Casilda, por lo que matizó que «quizá haya que expandirse a otro sitio». «Lanzo esta pelota -destacó- para que empecemos a cavilar, porque se trata de una idea que manejo desde hace tiempo, pero no hay ndada concreto ni he hablado sobre este asunto con los otros socios del patronato». Así, precisó que la actual coyuntura de crisis económica no propicia el inicio de una obra de estas características, pero una vez que se produzca la recuperación económica «habrá que pensar en cómo expandirse».

Adquisiciones

Respecto a las adquisiciones de obras presentadas ayer, el director del museo, Javier Viar, explicó que se trata de seis destacados lienzos de Antonio María Lecuona («Una limosna», 1870), Anselmo Guinea («La vuelta de la romería», 1899), José Arrúe («Fiesta popular», 1926), Antonio de Guezala («Noche de artistas en Ibaigane», 1930) y Markus Lüpertz («La herramienta del arquitecto», 1988). También se incluye un dibujo de Ignacio Zuloaga («Retrato de Pablo Uranga», 1920) y una cerámica de Francisco Durrio («Cabeza de durmiente», 1930). Todas las piezas proceden de colecciones particulares de Bizkaia, Donostia y Madrid y de galerías de arte. Estas obras se han comprado con el patrocinio de BBVA, que forma parte del patronato del Bellas Artes desde 2002, y que en 2001 firmó un convenio por el que puso a disposición de esta institución pictórica seis millones de euros.