Dos meses después de que un caso similar fuera destapado en el Ayuntamiento de Sopela, la izquierda abertzale de Berriatua denunció la «maniobra» del PNV, a través de la Gestora de Ondarroa, para que pierda uno de los cuatro corporativos que posee en esa institución local. Detrás de esta operación, explicaron, está la oposición del Consistorio berriatuarra al proyecto del futuro polígono industrial de Errenteria, defendido a capa y espada por los jelzales.

La víctima es el concejal independentista Jabi Pérez, uno de los cuatro ediles obtenidos en las elecciones municipales de 2007; el Ayuntamiento lo gobierna una agrupación independiente que logró cinco actas. En una carta rubricada por Josune Ariztondo, integrante de la Comisión Gestora de Ondarroa, se insta a Pérez a que opte entre su plaza de policía municipal en la villa costera o su acta de concejal en Berriatua.

Hace dos años, la sustitución de Pérez no hubiera generado problemas, al contrario que sucede ahora, que no puede ser reemplazado por el siguiente candidato de la lista de EAE-ANV en virtud de la aplicación de la Ley de Partidos. Así, el edil se ve en la disyuntiva de optar por el cargo público o la excedencia forzosa de su trabajo de guardia municipal de Ondarroa, quedándose por tanto sin salario.

La izquierda abertzale remarcó que fuera esa destacada representante del PNV -Ariztondo- la que haya activado la su- puesta incompatibilidad pues, desde que Pérez tomara posesión de su cargo en julio de 2007, no fue advertido ni por la Junta Electoral ni por la secretaria municipal. Los ediles independentistas criticaron que sea la Gestora de Ondarroa, «que no ha sido elegida por nadie y tiene ocupado el Ayuntamiento de Ondarroa contra la voluntad popular», la que trate de condicionar la actividad en el vecino Consistorio de Berriatua.

Explicaron que ambos ayuntamientos impulsaron hace años el desarrollo del polígono industrial de Errenteria, pero el objetivo y desarrollo que proponen es distinto. Inicialmente, ese área en los términos municipales de Ondarroa y Berriatua iba a atender las necesidades derivadas de la actividad en el puerto ondarrutarra y otras pequeñas y medianas industrias aunque, según censuraron ayer, «nos encontramos ante el riesgo de la implantación de un centro comercial salvaje».

La Gestora apuesta por el diseño propuesto por Sprilur, que contempla la construcción de un centro comercial de Eroski, mientras Berriatua lo cuestiona. La izquierda abertzale acusa al PNV de presionar al Ayuntamiento berriatuarra para que se plege a sus intereses, que subrayaron no son los de los vecinos del entorno si no otros ajenos.

Frente a las presiones, los concejales independentistas de Berriatua y Ondarroa han mostrado su posición crítica al proyec- to de Sprilur y a los métodos empleados por la Gestora, proponiendo alternativas que generen actividad económica en la comarca.

De ahí, manifestaron, los nuevos pasos dados por la Gestora para condicionar el trabajo político de Pérez. «¿Quiénes sois vosotros, los que no habéis respetado la opinión y los votos de Ondarroa para ocupar su ayuntamiento, para venir al pueblo de al lado y menospreciar la palabra de los berriatuarras condicionando los cargos de nuestros concejales?», criticaron.

Asimismo, censuraron que ahora los jeltzales estén hablando de la composición «antidemocrática» del Parlamento de Gasteiz pero no lo hagan cuando meter «sus manos sucias en el Ayuntamiento de Berriatua para sacar adelante sus negocios». Frente a los obstáculos que el PNV pretende poner a su trabajo político, la izquierda abertzale insiste en que, al igual que explicaron cuando Berriatua se desanexionó de Ondarroa hace 25 años, su línea de actuación se caracterizará por seguir defendiendo los derechos del pueblo «por encima de todos los ataques. Nuestras decisiones -incidieron ayer- las tomaremos nosotros».