Contar con varios goleadores se ha convertido en un requisito para ascender a Primera. Los cuatro primeros clasificados han alcanzado ya la barrera de los sesenta goles por los 38 de la Real y los reparten entre varios jugadores que, en casi todos los casos, tienen experiencia en Segunda o un nivel claro de Primera, como los zaragocistas Ewerthon, Oliveira y Arizmendi.

Entre los 47 primeros de la clasificación de goleadores de Segunda hay cuatro jugadores del Xerez que suman 43 goles -Momo (15), Antoñito (12) y Calle y Bermejo (8)-. Dos del Tenerife están entre los cuatro primeros con 37 goles -Nino (22) y Alfaro (17)- y otros doce los marcan Richi (6) y Ángel (6). Tres del Zaragoza suman 37 -Ewerthon (20), Oliveira (9, a pesar de que en enero fue traspasado al Betis) y Arizmendi (8)- y en el Hércules se reparten 49 goles entre Rubén Navarro (14), Delibasic (8), Abel Aguilar, Tote y Sendoa (7) y Farinós (6). En el Rayo suman 21 entre David Aganzo (12) y Pachón (9) y en el Salamanca 24 entre Miku (13) y Quique Martín (11). En el Castellón han logrado 32 entre Ulloa (12), Mario Rosas (9), Arana (6) y Gari Uranga (5).

Once equipos han marcado más

Uno de los grandes problemas de la Real para no estar más cerca del objetivo -aunque nunca conviene olvidar que el principal han sido los arbitrajes- es su pobre balance goleador. Es el duodécimo en goles marcados y sólo Abreu (con 8 en el puesto 25) aparece entre los 47 jugadores que llevan al menos seis.

En ese aspecto ha influido la lesión de Díaz de Zerio, que llevaba cuatro cuando se lesionó en la undécima jornada, pero si no se hubiera lesionado no habría llegado el uruguayo. Agirretxe y Aranburu han cumplido en la faceta goleadora con sus cinco goles para lo poco que ha jugado el primero y lo tarde que se ha dado cuenta el azpeitiarra de que debía cubrir esa faceta.

El problema principal está en la nula aportación de Necati y en los escasos cuatro goles de Marcos y Xabi Prieto, aunque éste fue baja varios meses por lesión. Los dos son más centradores que rematadores, pero pueden ser los dos jugadores de más calidad técnica en sus puestos en Segunda y no han sabido traducirla en más goles porque en el esquema de la Real, como el del Barça, son delanteros .

En las últimas ocho jornadas se comprueba que a nada que un par de jugadores metan goles la Real consigue buenos resultados apoyada en su esfuerzo defensivo. Entre Abreu y Aranburu han marcado nueve de los trece goles logrados en ocho partidos saldados con cinco triunfos, dos empates y una derrota y de haberse mantenido esta dinámica a lo largo de la temporada la Real estaría más cerca de los puestos de ascenso.

Esa tendencia se agudiza en casa, donde ha marcado dieciséis pobres goles, cifra que sólo supera a los quince logrados por el colista Sevilla Atlético. El blanquiazul es junto al Murcia el único que marca más goles fuera, suma 22, que en casa.

La Real lleva cinco victorias, un empate y dos derrotas en las últimas ocho salidas en las que ha marcado trece goles. Por contra, en los últimos ocho partidos de Anoeta sólo ha sumado dos victorias, cuatro empates y dos derrotas, con siete goles marcados. La solidez defensiva ha sido importante en casa con sólo diez goles recibidos en diecisiete partidos. Además siete de ellos se encajaron en las tres derrotas ante Castellón, Hércules y Tenerife. Eso ha permitido rentabilizar mucho los pocos goles marcados, pero los 28 puntos sumados en Anoeta son muy escasos en comparación con los 38, 39 y 40 sumados por Xerez, Tenerife y Zaragoza. Pero con ese gran problema que ha mostrado la Real en su campo, no se puede olvidar que sólo con que el árbitro no se hubiera inventado el penalti pitado a Bravo contra el Zaragoza se estaría a cinco puntos de los maños, con el average a favor y con unas perspectivas futuras más halagüeñas.