El cantante neoyorquino Lenny Kravitz será el encargado de estrenar la Caja Mágica de Madrid en un concierto que ofrecerá mañana y con el que conmemorará los veinte años de edición de su primer álbum «Let Love Rule», un disco que «no ha perdido su esencia». Sobre sus dos décadas sobre los escenarios y la edición de su primer trabajo, Kravitz destacó que las trece emblemáticas canciones de «Let Love Rule» siguen, dos décadas después, ofreciéndole «frescura» y eso que ha sido ampliado con dieciocho nuevas canciones, entre ellas algunas inéditas o grabaciones en directo.

«Uno de los objetivos de la reedición era que no perdiese su esencia y creo que se ha conseguido», dijo el considerado uno de los rockeros más atractivos del planeta y el multiinstrumentalista donde los haya. Volver a las canciones de «LLR» no le han hecho sentir extraño, confesó Kravitz, que sigue viendo entre el público a fans de setenta años junto con otros más jóvenes.

Próximo álbum

Puestos a elegir, Kravitz no se queda con ninguno de sus trabajos, «todos pertenecen a una época especial» de su vida, e incluso asegura que no escucha su propia música en casa, pero ya mira al futuro con la edición de su próximo álbum, que no llevará por título «Funk», como se especula en diferentes foros de internet y que ayer se encargó de negarlo. Y aunque no quiso adelantar el nombre, sí que anunció que contendrá funky y, por supuesto, rock, aderezado todo con «toques psicodélicos».

A preguntas de los periodistas sobre futuras grabaciones con otras estrellas, como ya ocurrió con Mick Jagger, Lenny Kravitz también quiso anticipar que entre sus planes está grabar con Bob Dylan, con el que de momento sólo ha mantenido conversaciones sobre este proyecto que les uniría en Brasil o en Bahamas, lugar donde reside porque, apunta, le gusta «la vida tranquila».