Abreu negó ayer que existan problemas con el otro delantero del equipo Necati Ates, tras la discusión que mantuvieron el sábado en los instantes previos al lanzamiento de un penalti que ambos querían ejecutar. El uruguayo explicó que no hubo ningún problema y que la imagen de confrontación que pudo haberse transmitido vino motivada por la personalidad de Necati y sus excesos gestuales que son, por otra parte, conocidos del futbolista turco.

«Vino a pedirme el balón pero no hubo discusión, entre otras razones porque no se puede discutir con quien no habla español. Él gesticula mucho, tenía ganas de tirar el penalti y traté de hacerle entender que la responsabilidad era mía y que iba a meter gol», señaló.

El ex futbolista de River Plate se refirió, por otra parte, a las posibilidades que tiene la Real de lograr todavía el ascenso, meta que no descarta aunque está más complicada que antes porque ahora «la distancia es la misma pero con una jornada menos por disputarse».

Abreu se mostró convencido de que en los últimos siete partidos de Liga puede haber sorpresas con los resultados de los aspirantes a subir.