El Alavés y el centrocampista Jacobo alcanzaron un acuerdo por el que el jugador se desvincula del club sin esperar a la finalización de su contrato el próximo 30 de junio. Con la salida de Jacobo se pone punto final a una relación que desde el mes de enero mantenía al centrocampista apartado sin licencia ni dorsal para poder jugar y limitándose a entrenar con el resto de compañeros.

El centrocampista firmó la desvinculación la pasada semana y el acuerdo se hizo oficial ayer, después de que los Administradores Concursales dieran el visto bueno a la operación.

La estancia de Jacobo en el club gasteiztarra no ha sido afortunada porque apenas ha disputado 90 minutos en seis partidos de competición oficial. El último de ellos, ante el Celta en enero, salió desde el banquillo y tuvo la posibilidad de recortar distancias por medio de un penalti, cuando el equipo perdía 0-2, pero erró la pena máxima y desde entonces cayó en desgracia en el club, que le retiró la ficha y sólo le dejaba entrenar.

Con esta medida el Alavés apenas sentirá el ahorro en sus maltrechas finanzas y ha intentado la misma operación con Fagoaga, a quien las continuas lesiones le impiden jugar con normalidad.

El defensa navarro, con un año más de contrato, ha rechazado esa posibilidad de desvincularse del club y espera iniciar el enésimo tratamiento que le permita volver a sentirse futbolista, algo que no ha conseguido este año en Gasteiz.