Beñat ZARRABEITIA

La marea rojiblanca ya está en Valencia. Los aficionados del Athletic hicieron ayer las maletas y fueron partiendo, de manera escalonada, hacia Valencia. A primera hora, los coches fueron mayoría -muchos tuvieron que padecer un control de la Guardia Civil cerca de 40 kilómetros de Teruel-, mientras que sobre la medianoche partió el gran contingente de autobuses. Los símbolos rojiblancos eran más que visibles en las carreteras y también en cualquier punto de parada. Las bufandas, pañuelos, banderas, camisetas o los saludos entre los coches fueron habituales. La ilusión se percibe en una afición que lleva ya demasiados años sin poder saborear un título de su equipo.

A las 13.00, en la Alameda de la capital del Turia junto al Puente de las Flores, se inauguró «Athletic hiria». Un recinto que albergará a los aficionados rojiblancos durante toda la jornada y donde los que no dispongan de una entrada podrán seguir el choque a través de una pantalla gigante. Allí, el presidente García Macua señaló que «quien venga va a poder estar perfectamente, tenga entrada o no». Joxe Anjel Iribar, uno de los grandes mitos del Athletic y vencedor de dos Copas, fue el encargado de izar la bandera y abrir los actos programados en «Athletic hiria».

El ex portero subrayó que «la afición tiene que apoyar al equipo antes y después del partido. Cuando tienes alguna necesidad como en este caso el Athletic de estar en una final, éste es un gran día para la institución y para los jugadores».

Otro de los puntos calientes eran los bares contiguos a Mestalla, un lugar donde los cánticos de «Barça entzun, Athletic txapeldun» o «ari, ari, ari, Toquero lehendakari» fueron los hits de la tarde. El Barcelona, por su parte, también ha preparado una zona especial donde un burro catalán mecánico y la actuación de Doctor Calypso serán algunos de los atractivos.

«Una ilusión terrible»

Las familias de los jugadores han vivido con especial intensidad las semanas previas al choque de esta noche. Los ánimos y las peticiones de entradas se han repartido a partes iguales. Ayer, GARA pudo hablar con Andoitz Aldekoaotalora, hermano de Ustaritz, sobre cómo va a vivir la final. «Salgo mañana -por hoy- a las 7.30 junto a dos amigos de Abadiño hasta Puçol. Allí, vamos a dejar el coche e iremos a Valencia en tren».

La emoción se percibía en sus palabras. «Estoy con unos nervios e ilusión enormes, desde ayer tengo las tripas revueltas. Mis padres están igual, he hablado con mi hermano sobre lo que supondría ganar la Copa y la verdad es que sería increíble».

Unas pocas horas antes que Andoitz, a medianoche, partieron los dos autobuses de la recién creada peña «Zazpiak bat» de Indautxu. 110 personas, la mitad de ellas con entrada. Según nos comentaba Alberto Rey, «es una buena oportunidad, la gente está muy animada. La mayoría de los que viajan con nosotros son jóvenes del barrio y pertenecen a la peña».

Así lo atestiguaron también Alex, Jon e Iratxe, de 19 años, tres de los viajeros en uno de esos autobuses. No tienen entradas pero «con ganas, porque es nuestra primera final». Incluso, uno de ellos se atreve a la hora de ofrecer un pronóstico: «Vamos a ganar por uno a cero».