Zapatero anuncia el fin de la deducción por vivienda y ayudas a la compra de coches
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer ayudas directas a la adquisición de coches, el fin de las deducciones fiscales por la compra de vivienda a partir de 2011 para rentas mayores de 17.000 euros anuales y una nueva rebaja en los impuestos sobre los beneficios de las pequeñas y medianas empresas. A su juicio, estas medidas para hacer frente a la crisis suponen una apuesta por «otro modelo productivo».
GARA |
En su discurso del Debate sobre el Estado de la Nación en el pleno del Congreso español, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció un nuevo paquete de medidas que, aseguró, están destinadas a «frenar el paro y lograr una economía sostenible». Una de las más relevantes será la supresión de la deducción fiscal por compra de vivienda a partir de 2011 para quienes ganen más de 24.000 euros anuales. A partir de entonces, sólo se aplicará la deducción actual a quienes hayan comprado antes de 2011 y a las rentas de menos de 17.000 euros anuales, mientras que quienes cobren más verán reducida linealmente la deducción.
El objetivo es reactivar durante los próximos meses el mercado inmobiliario, con miles de pisos sin vender. Unos de los principales beneficiarios serán los bancos que almacenan inmuebles procedentes de embargos y necesitan sacarlos al mercado para sanear sus cuentas.
La dificultad de acceso a la vivienda para las rentas menores de 17.000 euros anuales limita esta medida. Para fomentar el alquiler se equiparará la deducción por alquiler a la de compra y se mejorarán los beneficios fiscales para los arrendadores.
Compra de automóviles
Las ayudas a la compra de automóviles dependerán de la colaboración de los gobiernos autonómicos y de los fabricantes. El Estado está dispuesto a dar 500 euros, siempre que sea complementado por los fabricantes con 1.000 más y por las comunidades con otros 500, alcanzando así los 2.000 euros de ayuda directa por vehículo nuevo, aunque no evitaría que el vendedor aumentase el precio base.
Además, una nueva ayuda a las empresas rebajará en cinco puntos el Impuesto de Sociedades para las pymes con menos de veinticinco trabajadores y menos de cinco millones de facturación que mantengan su plantilla, y una bajada equivalente en el IRPF a los autónomos que conserven a sus asalariados.
Otra de las iniciativas que también debe contar con las comunidades autonómicas es el proyecto Escuela 2.0 por la que cada alumno recibirá, a partir de setiembre, un ordenador portátil. Con el fin de «lograr una economía sostenible basada en sectores innovadores», el ICO gestionará un Fondo de 20.000 millones de euros y en 2010 habrá un nuevo Fondo de Inversión Local de 5.000 millones para proyectos de sostenibilidad ambiental, tecnológicos y de atención a la dependencia.
Reacciones
En el sector de la vivienda hubo opiniones encontradas, entre grandes inmobiliarias, que lo apoyaron, y la Asociación de Promotores Constructores de España, que lo consideró un estímulo negativo porque no va acompañado de un incentivo real a la compra de una casa.
Los fabricantes de coches consideran las ayudas positivas pero reclamaron urgencia en su aplicación para evitar el desplome del mercado.
La rebaja del Impuesto de Sociedades también tuvo opiniones encontradas entre los afectados, ya que no todos los autónomos están sujetos a este impuesto y muchos otros no tienen trabajadores a su cargo. Las asociaciones de consumidores se opusieron a las medidas y Ecologistas en Acción denunció que el modelo vuelve a apostar por el ladrillo y el coche.
A partir de 2011 desaparecerá la deducción por compra de vivienda para las rentas superiores a 24.000 euros anuales. Sólo se mantendrá en sus límites actuales para quienes cobren menos de 17.000. Las adquisiciones anteriores a 2011 mantendrán el beneficio fiscal.
Madrid dará ayudas directas de 500 euros a la compra de automóviles siempre que cuente con la colaboración de los fabricantes para aportar otros 1.000, y las comunidades autonómicas otros 500.
Como en cualquier Debate sobre el Estado de la Nación, las acusaciones mutuas marcaron las intervenciones del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy. El presidente del Congreso, José Bono, tuvo que realizar una decena de llamadas al orden.
Rajoy llegó a encararse con los diputados del PSOE hasta el punto de que les pidió «callarse» e incluso les acusó de no saber leer.
Ante los murmullos mientras hablaba de las causas de la crisis económica, Rajoy les instó a escuchar, que «les vendrá muy bien. Sé que de esto no saben una palabra, pero hagan el favor de callarse».
Culpó al Gobierno de «apalear y dar la puntilla» a la clase media con el anuncio de suprimir la deducción por compra de vivienda a partir de 2011 para las rentas más bajas.
Cuando llegó su turno de réplica, Zapatero rechazó su «estilo faltón y despreciativo» e incidió en que «no es maestro en dar lecciones, sino maestro en perder las elecciones», una afirmación que generó los abucheos de los diputados del PP. Le acusó también de «jalear, servirse y aprovecharse de la crisis para ganar las elecciones».
El discurso del presidente tampoco gustó entre el resto de grupos. CiU, lo tachó de electoralista, en alusión a las elecciones europeas del 7 de junio. «En la tómbola de Zapatero siempre toca, si no un pito una pelota», sostuvo Josep Antoni Durán Lleida.
Para el PNV, «ha perdido credibilidad y no da resultados concretos». ERC consideró sus «recetas son propias del PP», e IU, que «ha eludido la realidad».