Después de que un rotativo publicara el martes que el ariete de la Real Sebastián Abreu fichará por el Aris de Salónica griego la próxima campaña, el propio delantero saltaba a la palestra para desmentir tal afirmación.

El ariete charrúa se mostró ciertamente sorprendido, incluso molesto, con la afirmación de su marcha.

«A mí también me sorprendió. Me han llamado de equipos de Grecia y de otros lugares preguntado sobre mi situación, cosa que me pasa cerca de cada final de temporada. De ahí a que haya algo concreto, está muy lejano. Hoy en día, la prioridad la tiene la Real, y que mientras yo no tenga una conversación con la directiva, no tomaré ninguna decisión».

Quien no sabe si su futuro estará ligado a la Real o fuera de Donostia es el técnico Juanma Lillo. De cualquier manera, el propio Abreu supeditaba su continuidad a la del tolosarra.

«Un tema es lo bien y lo feliz que estoy aquí. Otra cosa es que este míster fue uno de los propulsores de que yo viniera. Si el club aspira a crecer, uno interpreta que, por descontado, el técnico continuaría en el club», declaró.

Fe en el ascenso

En otro orden de cosas, el centrocampista Markel Bergara mostraba optimismo en que el club blanquiazul logre el ascenso.

«Hay que creer. Sólo así sacaremos adelante nuestros partidos, que es fundamental si queremos agarrarnos a las últimas esperanzas», dijo.