El área de Pensionistas y Personas Mayores de LAB realizó movilizaciones en las capitales de Hego Euskal Herria para reivindicar «una política fiscal alternativa, justa y solidaria» y, a la vez, llamó a participar de forma activa en la huelga general del próximo 21 de mayo, porque «es necesaria para hacer frente a la crisis económica que han generado unos pocos y quieren hacerla recaer sobre los trabajadores y restarnos servicios sociales a quienes somos pensionistas», precisó Xabier Isasa, portavoz sindical de Bilbo.

Isasa señaló que «dinero existe, medios existen y lo que no se produce es su distribución justa, porque la fiscalidad es injusta e impropia de un país europeo». En Bilbo, dos columnas de pensionistas marcharon desde el teatro Arriaga hasta la sede de la Diputación de Bizkaia con gritos de «fraude fiscal, robo patronal» y «ninguna pensión por debajo de los mil euros».

Koldo Barros en Donostia explicó la necesidad de cobro de pensiones en el lugar en el que han desempeñado su actividad laboral sin depender de «una caja única». «Si aquí trabajamos, aquí vivimos y aquí cobramos», enfatizó Barros, quien recalcó que su petición es especialmente importante en un momento en el que «las pensiones están un poco en el aire».

LAB explicó que «no aceptamos que los servicios sociales puedan ser puestos en entredicho por la reducción de los ingresos fiscales motivada por el recorte de impuestos como el de sociedades, patrimonio y la permisividad con el fraude fiscal empresarial».

Más gasto social

En este caso, el área de Pensionistas y Personas Mayores de LAB recordó que en la situación de crisis económica y social es «más necesaria que nunca una política que sea un verdadero instrumento de solidaridad, es decir, que grave la capacidad económica de cada persona de manera que pague más quien más tiene» La diferencia de trato en el pago de impuestos es otro de los elementos que critica el sindicato abertzale en cuanto a política fiscal.

«Todas las rentas, independientemente de su procedencia, deben tributar en la misma escala y ésta debe ser progresiva. Hay que cambiar la tendencia de aumentar la imposición indirecta respecto a la directa y hay que primar la imposición sobre la propiedad más que la del trabajo».

Este hecho es necesario para que la recaudación tributaria «no se resienta con el objetivo de aumentar el gasto en protección social, y acercarnos así a niveles de cobertura más dignos en vivienda, sanidad, desempleo, pensiones y servicios públicos de calidad para todos».