Alpinismo Expedición al Kangchenjunga
Edurne Pasaban está viviendo «un nuevo K2» en el descenso
La alpinista guipuzcoana, que viene acompañada de Alex Txikon y dos sherpas, se halla en el Campo 3, donde tiene provisiones, medicamentos, gas y oxígeno.
GARA | BILBO
Se hace esperar, pero todo parece que va por buen camino. La tolosarra Edurne Pasaban pasó la noche de ayer en el Campo 3 del Kangchenjunga, a 7.200 metros de altitud, en un lento descenso, fruto del agotamiento por el ascenso a la tercera cima más alta sobre la Tierra.
Acompañada por Alex Txikon -que, aunque en principio se dijo que había logrado hollar la cumbre del `Kangcheng', ayer se supo que decidió dar media vuelta al comprobar que se le echaba la noche encima- y dos sherpas, la tolosarra pudo perder otros 500 metros de altitud. Además, sigue comiendo y bebiendo, de modo que su cuerpo podrá seguir a pesar del cansancio extremo que está viviendo. Como declaró a Radio Vitoria el gasteiztarra Alberto Zerain, que coincidió en el Campo 4 con la expedición de Pasaban, la guipuzcoana está viviendo «otro K2», en cuanto a lo difícil que le está resultando regresar al Campamento Base de esta mole de más de 8.500 metros. De todas maneras, es probable que su llegada a sitio seguro -se dice que estas montañas no están conquistadas hasta llegar al Campo Base- se produzca hoy mismo.
Mientras que Pasaban se quedaba a descansar en el Campo 3, el resto de los miembros de la expedición de Al Filo, Ferrán Latorre, Juanito Oiarzabal y Asier Izagirre, seguían camino hasta dar con el Campo 2.
Largo ataque a cumbre
El agotamiento extremo de Pasaban, según Alberto Zerain, que ejerció testimonio de las propias palabras de la guipuzcoana, se debía a un ataque a cumbre mucho más largo y dificultoso de lo normal.
«Yo los vi bien, pero muy, muy cansados, debido a tener que realizar un esfuerzo casi sobrehumano y que luego se paga a la hora de bajar. Se trata del típico caso en el que los alpinistas parece que van bebidos y no consiguen pisar bien», relató.
Tras 24 horas por encima de 8.000 metros Pasaban, que abandonó el Campo 4 a las 8.00 de la mañana -4.30 en Euskal Herria- precisó siete horas para llegar al Campo 3, debido a su estado de agotamiento físico. Ferrán Latorre, Asier Izagirre y dos Sherpas la apoyaron y vigilaron durante todo el trayecto.
Una vez en su tienda, la alpinista lograba ingerir alimentos y líquidos, y comunicó a sus compañeros que prefería descansar allí, mientras a sus compañeros para que ellos prosiguieran. Anteriormente sus compañeros le habían suministrado medicamentos para prevenir congelaciones y otros problemas, según informaba el equipo de Al Filo. En el Campo 3 también Pasaban y sus compañeros tienen medicinas, provisiones y gas.
El montañero gasteiztarra Alberto Zerain alcanzaba la madrugada de ayer la cima del Kangchenjunga, su séptimo «ochomil», en una subida relámpago que iniciaba en el Campo 4 y que culminaba descansando en el Campamento Base.
Las impresiones que trasmitió fueron de satisfacción por el objetivo cumplido y por el frío, por lo que bajó lo más rápido posible al Campo 4 y, tras recoger sus pertenencias, prosiguió su descenso hasta el campo base, al que llegaba en unas dos horas.
El montañero explicaba que durante toda la ascensión no pudo comer ni beber debido a que el agua y los alimentos se encontraban congelados.GARA
El gasteiztarra Alberto Zerain narraba que «por el esfuerzo que hicieron en el ascenso, estaban agotados. Como si estuvieran bebidos, les costaba caminar bien. Pero como tienen cuerda fija, no deben tener mayores problemas».
En el Campo 3 Edurne Pasaban se encuentra con varias bombonas de oxígeno, que se utilizarán únicamente si se considera necesario. Un expedicionario de Al Filo, Óscar Rivas, se encargaba de llevar el material.