Galdos insiste en que Alkarbide no cederá los cargos obtenidos por EA
Después de que la Ejecutiva Nacional de EA instara al PNV a cumplir con lo acordado para casos de transfuguismo, el dirigente de Alkarbide, Iñaki Galdos, rechazó de forma tajante que los siete junteros y los cuatro diputados que ostentan vayan a ser devueltos a EA. El pacto anti-transfuguismo prevé que el resto de partidos fuerce al ostracismo político a estos cargos, pero Galdos niega que sean tránsfugas.
G.M. |
El ex presidente de EA en Gipuzkoa que lidera la nueva formación Alkarbide, escindida del partido, Iñaki Galdos, respondió ayer al emplazamiento de la Ejecutiva Nacional de EA con una rotunda negativa a devolver los cargos institucionales que los escindidos ocupan en la Diputación y las Juntas Generales de Gipuzkoa. Galdos aduce para ello que se debe a sus electores y que en los comicios de 2007 el sector crítico se presentó con un «mensaje diferenciado» del de la Ejecutiva Nacional.
Un repaso a la hemeroteca evidencia que Galdos y sus compañeros hicieron campaña junto al resto del partido. Pero además, el llamado «Acuerdo sobre un Código de Conducta Política en relación con el transfuguismo de las Corporaciones Locales» de 1998, renovado en 2000, coloca en un brete al resto de partidos políticos respecto a cómo deben actuar con Alkarbide.
«Los electores nos dieron su apoyo en base a un programa, a unas candidaturas y un mensaje totalmente diferente al que está trasladando y trasladó en su día la Ejecutiva Nacional», aseguró ayer el diputado general de Deportes y Acción Exterior de Gipuzkoa. Galdos insistió en que ni él ni ningún diputado que ahora forme parte de Alkarbide cederá los cargos institucionales que en los comicios de 2007 obtuvieron bajo las siglas de Eusko Alkartasuna.
¿Mensaje diferenciado?
Negó además que, tal y como afirmó el miércoles el presidente en funciones de EA, Koldo Amezketa, su marcha de la formación abertzale sea un acto de transfuguismo. Cabe recordar que, en total, la corriente escindida de EA cuenta a fecha de hoy con siete junteros y los diputados de Hacienda, Política Social e Innovación, Pello González, Maite Etxaniz y José Ramón Guridi, que ya han solicitado el cambio de su grupo polí- tico a uno formado por Alkarbide. Una decisión que previsiblemente será tratada en la reunión del martes de la Mesa de las JJGG de Gipuzkoa.
Las afirmaciones de Galdos de que en la campaña electoral de 2007 el sector crítico del herrialde se presentó con «un mensaje diferenciado» al de la Ejecutiva Nacional de EA quedan contradichas por la hemeroteca. Aunque es cierto que desde Gipuzkoa se abogó por concurrir en coalición con el PNV, precisamente en la campaña Galdos secundó la estrategia de su Ejecutiva al criticar a los jeltzales por la trama de la Hacienda de Irun o en relación a los inmuebles del primer candidato jeltzale, Jon Jauregi. Además de que realizó una campaña defendiendo un cambio de la cultura del agua, sobre la Kirol Txartela, la red de carreteras y la innovación, de boca de Iñaki Galdos también se pudieron escuchar frases como que «EA garantiza un gobierno abertzale, progresista y transparente» o que «EA será una fuerza determinante para el futuro de Gipuzkoa».
Cambios también para EB
A todo ello se le debería añadir que las planchas electorales se configuraron en base al procedimiento interno de Eusko Alkartasuna, aunque la asamblea general de Gipuzkoa finalmente decidió secundar a los candidatos de la corriente crítica.
Pero la escisión de EA no ha sido la única que ha tenido repercusiones en las instituciones. En el caso de Ezker Batua, cuya corriente crítica también ha abandonado recientemente el partido para crear el nuevo partido Alternatiba, los dos procuradores de EB en las JJGG de Gipuzkoa tendrán que pasar al Grupo Mixto después de que los junteros Jon Lasa y Ander Rodríguez, de Alternatiba, forzasen ese cambio. Y en la Diputación de Bizkaia ocurre lo mismo con el juntero Jonathan Martínez, que pertenece a Alternatiba.
«El transfuguismo supone, desde una perspectiva política y ética, una deslealtad tanto hacia las fuerzas políticas que depositaron su confianza en personas que, posteriormente, acreditan no ser merecedoras de ella, como hacia los electores, que emiten su voto desde la constatación evidente de la inclusión». Así lo dice el texto consensuado en 2000 dentro del llamado «Acuerdo sobre un código de conducta política en relación con el transfuguismo de las corporaciones locales», y firmado, entre otros muchos, por el PNV y EA en 1998.
En base al citado acuerdo, los partidos políticos «se comprometen a rechazar y no admitir en su grupo político a un concejal integrado en la candidatura de otroa formación, mientras mantenga el cargo conseguido en su partido original», por lo que la oferta realizada por el PNV, rechazada ayer mismo por Galdos, no podría materializarse. Pero, además, también se comprometen a impedir la utilización de «tránsfugas» para alterar la correlación de fuerzas en la institución. Con objeto de dificultar el transfuguismo, además, los partidos políticos también se comprometieron a «propiciar las reformas reglamentarias en las corporaciones locales donde ostenten representación, con la finalidad de aislar a los concejales tránsfugas».
Aunque EA ya ha anunciado que pese a la escisión no alterará la composición de la Diputación de Gipuzkoa, cuyo gobierno conforman EA y PNV, según el acuerdo anti-transfuguismo el resto de partidos políticos debería de tomar posición ante los cargos públicos apropiados por Alkarbide.
Iñaki Galdos: «Los electores no dieron su apoyo en base a un programa, a unas candidaturas y un mensaje totalmente diferente al que está trasladando y trasladó en su día la Ejecutiva Nacional de EA».