La ministra del Interior del Estado francés, Michèle Alliot-Marie, declaró ayer a través de un comunicado que «es totalmente erróneo pretender que el acuerdo encontrado sobre el paso de la línea del TAV en la costa vasca pondría de algún modo en peligro la realización o el calendario de la conexión de gran velocidad París-Burdeos-Madrid».

Este comunicado es una respuesta concreta al presidente del Consejo de Aquitania, Alain Rousset, que envió el miércoles una carta abierta al presidente del Estado francés, Nicolás Sarkozy, en la que declaraba que «la decisión de aplazar la realización de los estudios sobre la parte Baiona-frontera convierte imposible, en el futuro, la realización de toda la nueva línea».

Rousset también declaró que, a su parecer, la decisión «replantea las decisiones tomadas en las cumbres franco-españolas que unen a los dos Estados desde el 2003».

En lo que se refiere al Estado español, el secretario de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, envió una carta a su homólogo francés, Dominique Bussereau, en la que pide información sobre la decisión de paralizar los estudios sobre la conexión ferroviaria con Hego Euskal Herria. Morlán también suscribe la opinión de Rousset y dice que la paralización afectaría a todo el corredor de alta velocidad transeuropeo que discurre entre Portugal y París.

Alliot-Marie respondió ayer que «la Red Ferroviaria de Francia reconoce que en la costa vasca para la conexión de gran velocidad no es necesaria una nueva vía antes de la eventual saturación de la vía actual, dentro de 15 ó 20 años como mínimo». La ministra también afirmó que en el caso de que se necesite de una nueva línea, esta debería de ser subterránea «con el fin de preservar el patrimonio natural y arquitectural».

Los miembros del UMP, partido del que forma parte la ministra, como Alain Lamassoure, candidato a las elecciones europeas, también han dado a conocer su desacuerdo con la decisión y han declarado que «se trata de una posición personal que no compromete al partido».

Respuesta a Rousset

La ministra del Interior también hizo referencia en su comunicado a los ciudadanos y cargos electos de Lapurdi que se han opuesto a esta nueva línea, en respuesta a la carta de Rousset: «Frecuentemente he tenido la desagradable impresión que en Burdeos se negaban a escuchar a los cargos electos y ciudadanos de la costa vasca que defendían la línea del TAV, pero que pedían soluciones razonables».

Entre las asociaciones que se oponían a la nueva línea se encuentra el colectivo CADE, que también ha hecho público un comunicado a través de su portavoz, Víctor Pachón. En él declara que son estas asociaciones las que han dado a Alliot-Marie las armas para la reflexión que ha concluido con la retención de los estudios. Pachón también declaró que «al proyecto ferroviario le entraba agua por todos lados y la decisión de MAM, sin duda, ha aliviado al Gobierno e incluso a la Red Ferroviaria de Francia».

Los referéndum sobre la línea del TAV que están organizados para el próximo domingo en Hiriburu, Milafranga eta Lehuntze se realizarán a pesar de la nueva situación.