Javi López, técnico del Alavés, expresó su optimismo en la comparecencia pública previa al trascendental encuentro de Vigo, al asegurar que ve a su equipo «en un buen momento», lo que le invita a pensar que está «preparado para ganar el partido y, si puede ser por 25 goles, cojonudo».

Para ello, se basa en la «fortaleza» de un conjunto habituado durante toda la temporada a la presión añadida que supone jugar sabiéndose en los puestos de abajo. «Estamos a un paso de ver la luz al final del túnel y más acostumbrados a esa presión y circunstancias. Debemos ser mejores y saber manejarlo dentro del terreno de juego», dijo.

La realidad es que el encuentro de Balaídos va a ser un cara o cruz, que dejará prácticamente en Segunda B al que pierda. Por eso, contrarrestar la ansiedad será un aspecto importante. «No sé quién llega mejor. Nosotros estamos bien, fuertes y con buena mentalidad, ilusión y ganas. Vamos a jugar el partido y veremos lo que pasa», aseguró.

Dos novedades

El último ensayo en Gasteiz deparó un par de cambios con respecto al choque contra el Huesca. Por un lado, Llorente regre- sará al once ocupando el lateral izquierdo ante la baja obligada por sanción de Albacar. Más acostumbrado a desenvolverse en el interior, no se trata de un puesto nuevo para él.

Por otro, Natxo Garro compartirá el doble pivote con Garitano, lo que mandaría al banquillo a De Marcos. Junto a ello, se deberá reubicar a Cuevas en la banda derecha, a Igor en la izquierda y adelantar a Emilio como hombre de enganche con Javi Guerra, único ariete albiazul que estará en el estadio de Balaídos.

En otro orden de cosas, la Comisión Antiviolencia ha acordado declarar partido «de alto riesgo» el encuentro que medirá a arabarras y celtiñas. Asimismo, otra de las decisiones de este organismo fue la de multar a otro conjunto vasco -Osasuna- con una sanción de 3.500 euros por la invasión de campo que sufrió El Sadar cuando acabó el partido contra el Real Madrid.