ELA reiteró ayer que no participará en la mesa de diálogo social y criticó con dureza al lehendakari, Patxi López, por emplear un modelo como el navarro, «que vulnera las reglas de juego democrático», porque otorga a la patronal «el derecho a veto» y «a la minoría sindical, una representatividad que no le han dado los trabajadores». Además, la central sindical denunció que los temas más importantes como la fiscalidad, el mercado de trabajo o el gasto social no serán elementos que se puedan confrontar en esa «mesa del mal llamado diálogo social», como indicó Amaia Muñoa, secretaria general adjunta de ELA

Adolfo Muñoz, Txiki, en su intervención señaló que «no percibimos ningún cambio» en las políticas económicas, sociales y laborales que podrían abrir un rayo de luz a la esperanza del cambio desde Lakua. También afirmó en la comparecencia que «es frustrante como resultado de fondo y preocupante» que el lehendakari, Patxi López, «vulnere» las reglas de juego democráticas «a su antojo porque tiene el objetivo que tiene a la hora de abordar la mesa de diálogo social, es decir prescindir de la mayoría sindical».

Esta afirmación tienen que ver con el hecho de que Patxi López les indicó que en lugar de encuentro no se medirá por la representatividad sindical, sino que «el objetivo del Gobierno de Gasteiz es poner en marcha un diálogo social sin contenidos, donde prevalezca el veto de la patronal. Para ello utiliza un truco como es el decir que hará lo que empresarios y sindicatos acuerden. Eso es imposible, porque con la patronal, ya se sabe, no se puede acordar nada».

Muñoz insistió en ese mensaje y dijo que «a los proponentes de la mesa de diálogo social les trae al pairo las reglas de la mayoría, por lo que les decimos que tengan cuidado con los tic autoritarios. Porque siempre vamos a apostar por la defensa de la democracia social y sindical». El líder de ELA, que consideró el encuentro positivo para intercambiar de forma clara las propuestas, explicó que el objetivo de Patxi López es «que no se les critique, que les demos paz social». Afirmó que «no hubo un buen desenlace, como estaba previsto. Se cumplió el guión previsto. Porque el Gobierno vasco elige con quién seguirá su proyecto. Es decir, entrega el veto a la patronal y le da a la minoría sindical el reconocimiento que la mayoría de trabajadores vascos no les concede. Es así. Se vulneran las reglas de juego», lo que genera un desencuentro profundo, a juicio de ELA, porque es un camino que también siguió el anterior Ejecutivo de Lakua. Aunque Patxi López ponga en marcha esa mesa, Txiki Muñoz le recordó que «ya sabe que el diálogo social no se puede hacer sin la mayoría social». ELA manifestó, además, que el Gobierno de Patxi López tratará de jugar la baza de las transferencias pendientes, aunque precisó que «ni ha comentado en qué se basará la transferencia de las políticas activas de empleo y, por lo tanto, lo que tratan de hacer es jugar con las transferencias en un espacio político de uniformización de España. No es nuevo».