El presidente del Gobierno de Nafarroa, Miguel Sanz, admitió ayer su preocupación por el auge de la izquierda abertzale en el herrialde, donde ha obtenido cerca de 23.000 votos tras una década sin poder competir de modo legal. En una rueda de prensa en la sede de su Gobierno, Sanz se dirigió a la coalición Nafarroa Bai para pedirle cuentas por ello.

El dirigente de UPN afirmó que los partidos que forman esta coalición deben reflexionar porque «el nacionalismo radical está asumiendo el liderazgo» y eso significa que NaBai no está haciendo bien su labor.

En tono de alarma, Sanz detalló que Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos ha sido la lista más votada en 42 localidades navarras, mientras que Aralar y EA han perdido miles de votos y han quedado muy por debajo.

En paralelo, emplazó a IUN a hacer otra reflexión sobre los resultados porque «poco a poco va disolviéndose como un azucarillo».

Sanz, que fue quien forzó el fin del pacto entre UPN y el PP, felicitó además a la lista de este último por haber vencido en Nafarroa, lo que evidentemente se ha producido al haber acaparado el voto tradicional de UPN. Éste optó por no concurrir para dejar vía libre al partido de Mariano Rajoy.

UPN, reforzado

Así las cosas, Miguel Sanz consideró que su formación «ha salido claramente reforzada sin presentarse a estas elecciones. UPN ha demostrado que es una fuerza determinante en esta comunidad».

Debido a los difíciles equilibrios que tiene que hacer tras la ruptura del pacto, UPN explotó ayer el argumento de que el PP ha ganado gracias a él, pero al mismo tiempo ha cosechado menos votos de los que sumó hace cinco años, cuando UPN sí pidió el voto de modo explícito para sus socios de Madrid.

En concreto, Sanz apuntó que el PP ha perdido 15.000 votos y que eso supone que «los navarros no aceptan deslealtades». En cuanto al PSN, estimó que ha perdido 7.000 apoyos «castigado por la crisis». «Pero ni un solo voto de los que ha perdido el PSN lo ha ganado el PP», dijo el presidente navarro en la misma línea de presentar a su partido como determinante en estos comicios del 7-J.

En respuesta a una acusación de IUN, afirmó además que «está claro que el electorado de UPN no ha votado al PSN».

Matizó que su impresión personal era que el partido de José Luis Rodríguez Zapatero iba a sumar más votos en Nafarroa, y atribuyó que no haya sido así a la posición del Gobierno estatal. Diferenció la actitud de «colaboración» del PSN de la que ha tenido el Gobierno del PSOE, «ya que a veces han chocado en los planteamientos, y quizás eso no haya sido entendido».

Haciendo política-ficción, Miguel Sanz se mostró seguro de que si UPN se hubiera presentado a estas elecciones «hubiese superado los 100.000 votos», ya que cuando lo hizo con el PP en 2004 este partido sacó 90.000 y cree que a ellos habría que sumar los aportados por el citado «castigo» al PSOE.

Como ya ha hecho otras veces, Sanz abogó por que la colaboración entre UPN y PSN se repita también en el Estado entre PP y PSOE: «Espero que las circunstancias y sobre todo los agentes económicos y sociales les obliguen a sentarse y a pensar con sentido de Estado».