El presidente de Perú, Alan García, volvió a echar balones fuera. Si en días anteriores habló de una «conspiración externa» para desestabilizar el país, ayer achacó al «comunismo internacional» las protestas de los indígenas. Dijo que, en realidad, hubo «un genocidio de policías por parte de extremistas que quieren entregar el país a modelos extranjeros. 24 policías muertos es realmente un crimen inaceptable por el cual todos debemos protestar».

«¿Quién podría esperar que hubiera asesinos, emboscadas, que hubiera gente política armada?», preguntó.

Sobre las demandas de los indígenas, subrayó que se trata de «un empecinamiento politiquero que busca solamente mantener un estado de tensión». La postura de García y su Gobierno ha sido fuertemente contestada por movimientos indígenas y de derechos humanos.

En una rueda de prensa en la sede de Aidesep, la actriz de origen peruano Q'Orianka Kilchner, que interpretó el papel de Pocahontas en «El Nuevo mundo», anunció que ha facilitado 50 cámaras de vídeos a indígenas para que «documenten la verdad».