Autopistas eléctricas en Euskal Herria
Los tendidos acechan a los espacios naturales
Los proyectos de autopistas eléctricas en Hego Euskal Herria preocupan a decenas de municipios por donde discurrirían los trazados barajados por la compañía Red Eléctrica de España (REE). Conscientes de las afecciones, no son pocos los ciudadanos vascos que han decidido plantarles cara.
Agustín GOIKOETXEA
Los planes de Red Eléctrica de España (REE), calificados por el Ejecutivo español de «estratégicos», pretenden evacuar la electricidad que generan o generarán diferentes proyectos energéticos, como Bahía de Bizkaia, diversos parques eólicos y centrales térmicas de ciclo combinado repartidas por Hego Euskal Herria, hacia la costa mediterránea, la cornisa cantábrica y al Estado francés.
Uno de los ejes prioritarios de la compañía que preside Luis Atienza es la línea de 400 kilovoltios desde la localidad cántabra de Penagos hasta la vizcaina de Gueñes, de 75 kilómetros de longitud. La construcción de este tendido de alta tensión, que finaliza en la localidad guipuzcoana Ezkio-Itsaso tras pasar por Debagoiena, rozando las reservas naturales de Gorbeia y Urkiola, estuvo dos décadas paralizado por incidentes administrativos y revéses judiciales. A fecha de hoy son varios los recursos que están pendientes de resolver en los tribunales españoles impulsados por plataformas ecologistas y ayuntamientos.
En mayo de 2007, el Consejo de Ministros del Gobierno español aprobó el proyecto entre Penagos y Gueñes que la asociación conservacionista Izate recurrió ante el Supremo español en octubre de ese mismo año, poco después de que en Cantabria comenzasen los trabajos de construcción. El pasado mes de abril, el colectivo presentó en el Alto Tribunal español su escrito de conclusiones y aguarda expectante la sentencia.
Antes de esto, un estudio del Departamento de Medio Ambiente de Lakua, gestionado por entonces por EA, cuestionó el trazado por sus graves afecciones a los Montes de Triano y Galdames, que el Ejecutivo de Gasteiz tiene previsto proteger como biotopo. Los técnicos de Lakua cuestionaron el proyecto que cruza la vaguada del arroyo Mayor, densamente cubierta de plantaciones forestales y vegetación autóctona, para adentrarse en la zona delimitada por el biotopo en el área de Peña Caliza, recorriendo encinares cántabros y tocando la ladera norte del Pico de la Cruz, después de cruzar la vaguada encajada del arroyo Aranaga. De ahí, toca la ladera oeste del Pico del Zepal, para adentrarse luego en una zona dedicada mayoritariamente a plantaciones de pino desde Los Peñones hasta la subestación de La Cuadra, en Gueñes.
Montes de Triano y Galdames
Los autores del documento apuntaron que el tendido afectará a espacios donde nidifican alimoches, una ave carroñera muy amenazada. También se fijaron en que la conducción discurrirá a unos 1.250 metros del núcleo poblado de San Pedro de Galdames. Tras un previo trabajo de campo, Medio Ambiente remitió a REE su estudio para que lo valorase y actuase en consecuencia.
A la espera de un pronunciamiento del Supremo, Izate basó su argumentación contra el proyecto en que considera nulo el trazado a su paso por los Montes de Triano y Galdames, «debido a que no se han considerado los informes ambientales dictados y no se ha tenido en cuenta ni valorado dichos informes en la toma de la decisión». La asociación llegó en su recurso hasta el Ministerio español de Energía, Industria y Comercio a proponer un trazado alternativo que discurriría por el norte del biotopo protegido, cruzando, por lo tanto, el valle del Loiola.
Este segmento de la línea de alta tensión discurriría en Bizkaia por los términos municipales de Turtzioz, Muskiz -donde en el monte Mello conectaría con la conducción que procede de las plantas energéticas que se asientan en el puerto-, Sopuerta, Galdames y Gueñes. En Galdames, los opositores lograron recoger 700 firmas en contra; este pueblo tiene 800 habitantes. Desde su Consistorio nunca se han atendido sus propuestas. Es más, Galdames Bizirik viene criticando la «pasividad» municipal -que les llevó a no presentar alegaciones- que los vecinos han denunciado en más de un pleno.
Izate no es el único recurrente. La Audiencia Nacional y el Supremo han admitido a trámite sendos recursos impulsados por el Ayuntamiento muskiztarra. El Consistorio ha adoptado esta decisión con el objetivo de proteger las marismas del Barbadun, declaradas de especial protección ecológica en el Plan Territorial Parcial de Humedales de la CAV. La conducción eléctrica aérea afecta a Muskiz en unos siete kilómetros, partiendo del pico Janeo, que discurriría por el barrio de La Rigada hasta alcanzar el pico Mello.
Además, los responsables municipales han impugnado la aprobación del proyecto y la declaración de utilidad pública del tramo que une la subestación de Abanto con la línea principal Penagos-Gueñes, ya que la evaluación de impacto ambiental no se refiere en concreto a ese segmento del tendido en Muskiz. De esta instalación auxiliar se trazarían otras tres líneas para la central térmica de Santurtzi, la planta de Bahía de Bizkaia en Zierbena y para la factoría de Babcok en Trapagaran.
El delegado de Medio Ambiente, el edil Marcos Cuco, incide en las irregularidades que presenta la tramitación del expediente de Red Eléctrica de España. «Este proyecto se ha presentado de forma fragmentada, en vez de una forma unitaria como establece la ley, y, por otra parte, no coincide el planteamiento objeto de la autorización ambiental concedida con la ejecución prevista». El concejal de Eusko Alkartasuna utiliza los argumentos del estudio de Lakua para afirmar que la nueva línea no está justificada, apostando por reforzar el tendido que existe.
La presentación de los recursos contencioso-administrativo contra este controvertido proyecto ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo ha llevado a REE a paralizar los trabajos en territorio vasco.
«La línea de alta tensión Penagos-Gueñes integra la red de autopistas de la energía para el trasvase de excedentes de energía de unas zonas a otras, en el boyante mercado de las grandes empresas promotoras y para las instituciones que las avalan. Un lucro a costa de las personas y de los pueblos», subrayan desde Galdames Bizirik.
Hacia Ezkio-Itxaso
Desde la subestación de La Cuadra, en Gueñes, el tendido sustentado en torres de 40 metros de altura se dirigirá, según las actuales previsiones de Red Eléctrica de España, hacia territorio guipuzcoano a través del valle de Arratia y, de ahí, pasará a Otxandio y por el barrio aramaixoarra de Oleta se encaminará a Debagoiena. Cruzando Arangio y rozando los parques naturales de Gorbeia y Urkiola atravesará el alto de Kurtzeta en dirección a San Adrián para rodear el monte Muru, bien por Suña en Aramaio o por Gesalibar en Arrasate.
A continuación, tocaría el término municipal de Aretxabaleta, siguiendo por Arrasate, Oñati, Legazpi hasta llegar a la subestación de Ezkio-Itsaso. Allí, conectaría con una línea en funcionamiento que discurre por Tolosaldea, Hernani y Askain, adentrándose en la red del Estado francés.
Los planes de REE, conocidos en mayo a través de una comunicación efectuada por el Ministerio español de Medio Ambiente, han suscitado preocupación en ayuntamientos como los de Arrasate y Aramaio, que han demandado más información. Desde la compañía que transporta la energía eléctrica en el Estado español se ha advertido a los consistorios de que el tramo entre Gueñes y Ezkio-Itsaso está aún por definir.
Asier Agirre, alcalde de Aramaio, confirmó a GARA que en mayo recibieron una carta del Ministerio español de Medio Ambiente en la que se informaba de un trazado orientativo y del volumen de la línea. El Gobierno español requería al Ayuntamiento para que le aportase información para poder así redactar el estudio de impacto ambiental.
El primer edil confesó que el tendido puede tener graves afecciones, especialmente para muchas hectáreas de explotaciones forestales, una parte de ellas de titularidad municipal, y los numerosos ganaderos que hay en la zona. Una de las recomendaciones de la Unión Europea a la hora de trazar estas conducciones es que no es aconsejable que en las cercanías haya núcleos poblados por humanos y explotaciones ganaderas.
«La línea de alta tensión y el trazado del TAV puede tener graves repercusiónes para la actividad forestal», apuntó el cargo público de la izquierda abertzale. Por ello, remitieron una carta al Ejecutivo español solicitando más detalles del proyecto, mapas con el trazado que baraja REE y los plazos de construcción de la conducción.
En una primera estimación, el Ayuntamiento de Aramaio considera que el municipio podría perder un 20% de su masa forestal pública en caso de que se mantenga el trazado propuesto. Además, expone sendos informes de la Diputación alavesa y del Ejecutivo de Lakua que lo cuestionan.
En base a las respuestas que coseche el anteproyecto de tendido entre las subestaciones de Gueñes y Ezkio-Itsaso, REE redactará el proyecto definitivo y se abrirán los preceptivos periodos de información pública para presentar alegaciones. El Consistorio que preside Agirre propone que se escuche a la Junta Administrativa de Oleta -uno de los barrios que atravesaría el tendido y que perdería una importante masa forestal-, así como a las asociaciones locales de montañeros y cazadores. El alcalde ya ha mantenido contactos con sus homólogos del entorno para analizar posibles acciones conjuntas ante un problema común.
De Gasteiz a Castejón
La línea Penagos/Ezkio-Itsaso, con el tramo desde La Cuadra por definir, no es el único proyecto de «autopista» eléctrica en Hego Euskal Herria, ya que REE tiene previsto un tendido de 110 kilómetros entre la subestación de Gasteiz y la conducción aérea que conecta Muruarte y Castejón. La compañía española quiere crear un eje de transporte hasta Levante para poder evacuar la energía producida en la central térmica de Castejón, en la proyectada en Lantarón y la de las centrales eólicas de Elgea, El Perdón, Alaitz y Codes, más las previstas en Cruz de Alda e Iturrieta. Además, se trataría de satisfacer la futura demanda que pueda haber en Iruñerria y su entorno.
Este proyecto no es nuevo, aunque han comenzado a definirse los hipotéticos corredores; hasta 18. Desde Eguzki, se aclara que aún se encuentra en fase de «consultas previas», en la cual las diferentes administraciones públicas exponen los inconvenientes o propuestas propias a REE para que se tengan en cuenta en la redacción del proyecto definitivo. «Esta fase tiene periodo de apertura pero no de cierre, siendo REE quien decide cuándo se acaba», advierten.
Los opositores subrayan el gran impacto ambiental que generará, con «un pasillo de 110 kilómetros de largo y 26 metros de ancho», que conllevará talas masivas de árboles. Un informe de la Diputación de Araba considera que «el pasillo por la Montaña Alavesa es totalmente inasumible a efectos ambientales, y, según técnicos del Ejecutivo de Iruñea, «puede generar afección paisajística y territorial importante en la zona medio oriental de Nafarroa y causar incidencia en diversas especies catalogadas y hábitat protegidos». Otro pasillo alternativo que se baraja se acerca más a Sakana, aunque no está del todo descartado el paso del polémico tendido por la Montaña Alavesa.
Lakua estuvo muy interesado en que la línea fuera en paralelo a la N-I, algo que parece estar descartado hace tiempo, ya que por ahí irá el trazado del TAV y podría haber servido de alimentación a la alta velocidad ferroviaria. Por contra, REE se ha inclinado por espacios «mas deshumanizados», para evitar problemas derivados de la servidumbre de paso de 26 metros. A pesar de ello, los opositores aseguran que no está justificada su construcción, ya que hay otras dos de 200.000 voltios que terminan en el mismo destino: una por La Rioja y otra por La Llanada y Sakana. La que se propone iría por la mitad de éstas.
Las noticias contradictorias son una constante, con continuas filtraciones. Así, REE apostaría al parecer por dirigirse de Gasteiz hacia Trebiñu a partir de donde experimentaría una inflexión hacia el este, a unos diez kilómetros por debajo de la proyección de la línea horizontal imaginaria de Kanpezu, con una distancia similar, también al sur, de Lizarra.
Afecciones
«Además del ruido por el `efecto corona', los campos electromagnéticos asociados a los tendidos de alta tensión suponen un grave riesgo para la salud», resaltan desde la plataforma ciudadana Alta Tensión No. Para ello apuntan cómo distintos estudios «revelan la aparición de síntomas como trastornos del sueño, fatigas crónicas, pérdidas de memoria o cefaleas en los adultos, más frecuentes en niños en fase de crecimiento y con una rápida división celular; ciertos tipos de cáncer, especialmente tumores cerebrales; y leucemia, el riesgo de contraerla es hasta cuatro veces superior al considerado normal».
No es de la misma opinión Antonio González, delegado de REE en Hego Euskal Herria y Cantabria, que ha manifestado en entrevistas a varios medios de comunicación que «no ha habido nunca ningún tipo de estudio que avale que los campos electromagnéticos son prejudiciales para la salud». Respecto al «efecto corona», aseguró que «las líneas pueden llegar a tener un zumbido en función de dos condiciones como el ambiente o la carga que lleve. Cuando lleva mucha potencia y las condiciones de humedad son elevadas, puede haber un pequeño chisporroteo, pero en ningún momento es dañino ni tiene índices elevados».
No piensan lo mismo los ecologistas, que inciden en que «no pasará desapercibido para poblaciones muy cercanas al tendido eléctrico», especialmente los días de lluvia.
Desde la plataforma recuerdan que los agricultores, especialmente los navarros que se dedican a las hortalizas o al espárrago, serían los grandes damnificados. «Los viticultores de la zona riojana, por la que discurre la línea ya existente de 200.000 voltios, aseguran -denuncian- que las hojas de las viñas cercanas a estas torres no llegan a adquirir el tono verdoso normal en ellas, y que se quedan en un color pálido que achacan a los efectos de la electricidad sobre las cepas. Verdad o no, es algo que los viticultores riojanos han observado a lo largo de los años».