Eastman Kodak anunció ayer que dejará de comercializar Kodachrome, la que, hace 74 años, fuese la primera película fotográfica en color destinada al público en general. Creada en 1935, Kodachrome, que se caracteriza por la finura de su grano, y sus colores saturados y llenos de contrastes, ha seducido a generaciones de fotógrafos, tanto aficionados como profesionales.

Como decía Paul Simon en su canción «Kodachrome» (1973) esta película, con sus diferentes formatos, fue capaz de «plasmar el verde de nuestros veranos, de hacernos creer que el mundo entero es un día soleado». «Kodachrome ha sido para mí la pantalla visual de la que se ha alimentado mi ojo. Su riqueza de matices la hace extraordinariamente real (...) y me han proporcionado un terreno de experimentación vivo donde afinar mi visión del mundo», declara el periodista y fotógrafo Peter Guttman, en uno de los vídeos de homenaje colgados en la página web de Kodak.

Fotos históricas

La técnica desarrollada por Kodak, utilizada para la captura de momentos históricos como la Conferencia de Yalta en 1945, retrató la vida de las familias americanas en el periodo de posguerra, pero fue también usada por artistas. «La primera parte de mi carrera ha estado dominada por Kodachrome», dice el fotógrafo Steve McCurry, cuyo retrato de una niña afgana, publicado en «National Geographic», en 1985, recorrió el mundo. «Sin embargo, cuando regresé a Afganistán, diecisiete años, no usé Kodachrome sino Ektachrome», también de Kodak, reconoce McCurry.

El grupo calcula que las existencias que posee de Kodachrome deben agotarse a principios de otoño. Compleja y costosa de desarrollar, ahora sólo la fabrica un laboratorio, Dwayne's Photo (Kansas). McCurry tendrá el privilegio de hacer las últimas fotos en Kodachrome, que se expondrán en el Museo de Fotografía Eastman House.