Gloria Rekarte ex presa
La factura
La factura estaba por llegar. El importe había subido y al primero de los cargos, la sentencia del Constitucional que dejó a los filofranquistas frustrados y encolerizados, había que sumar la mayor de las cargas: los más de 138.400 votos cosechados por la izquierda abertzale a pesar de los pesares. Todo eso sin contar la mano de obra del nada desdeñable trabajo de desviar votos a otras formaciones, hacerlos pasar por nulos o enviarlos directamente a la papelera, y la consiguiente fotografía en alta definición del tan traído, llevado y ensalzado estado de derecho.
Era de imaginar que, sin tardar mucho, exigirían el pago inmediato. Más IVA.
La factura se la han pasado primeramente a Alfonso Sastre. En su artículo «La prosa y la política» tuvo la osadía de contraponer la negociación como vía hacia la paz a las pretensiones aniquiladoras de Iturgaiz que tan abiertamente declaró su deseo de que todos los votantes de II-SP fueran «fumigados». Auguraba sufrimiento si desechando la vía del diálogo se apostaba por las ansias destructoras de los Iturgaiz de este mundo, y eso significa para el sindicato ultraderechista Manos Limpias, que por supuesto y sin tardanza le ha denunciado, amenazas y colaboración con ETA.
Hablar de sufrimiento es amenazar y, cómo no, supone una estrecha colaboración con banda armada. Porque los 800 ciudadanos presos, las cadenas perpetuas, la tortura, la guerra sucia, las ilegalizaciones, las desapariciones, la persecución, la muerte de los familiares en las carreteras, las de los prisioneros vascos en las cárceles, las de los detenidos en las comisarías... No, eso no es sufrimiento: es... lo único que se puede hacer mientras no se les pueda fumigar.