El posicionamiento del obispo de Baiona Marc Aillet sobre la marcha gay que se celebró el sábado pasado en Biarritz ha irritado al senador-alcalde de la localidad costera que no ha tardado en devolver la respuesta a la carta que le había enviado el prelado el 18 de junio.

Aillet expresaba en la misiva su «profunda estupefacción» por la celebración de la Gay Pride en la que iban a participar las «Hermanas de la Perpetua Indulgencia», asociación que expresa con virulencia su «anti-cristianismo» y cuya presencia consideraba «un ultraje oficial a la Iglesia católica».

El obispo manifestaba, asimismo, que la juventud y «los niños en particular, no tienen por qué ver expuestas unas reivindicaciones tan agresivas» y añadía que «la exposición de tal licencia sexual en la vía pública no podía más que influir negativamente en la moral social y en el sentido común de la mayoría de los ciudadanos».

Visiblemente irritado por esta «ingerencia», el alcalde de Biarritz ha enviado una escueta pero contundente respuesta a Monseñor Aillet. En la misma Borotra dice «no poder ocultar la vergüenza que le ha producido la lectura» de la carta que le envió dos días antes de la marcha del «Orgullo Gay» .

«No se meta, Monseñor»

«Parece evidente que usted ignora las leyes de la República. Y es una pena» continúa el primer edil biarrota antes de subrayar que «como cargo político, nunca me meto en los asuntos de la Iglesia y le aconsejo que haga otro tanto en los que se refieren al Ayuntamiento».

Borotra apunta que obviamente no comparten «el mismo concepto respecto a la libertad de expresión y de manifestación que son derechos elementales en un país democrático».