Enésima reconstrucción
El Baskonia se enfrenta a su reinvención más complicada
Por primera vez, el club debe hacer frente a la marcha de jugadores como Prigioni, Mickeal y Rakocevic sin recambios en cartera.
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A pesar de estar muy acostumbrado a tener que rehacerse a la pérdida de jugadores tan importantes y emblemáticos como Pablo Laso, Elmer Bennet, Oberto, Nocioni, Calderón, Macijauskas o Scola, el Baskonia se afrenta a un verano que se antoja clave en su afán de competir al máximo y de seguir creciendo tanto deportiva como estructuralmente.
Y es que, mientras en lo institucional las cosas parecen marchar bien y los apoyos de las instituciones -con compromiso para ampliar el pabellón de Zurbano a unos 15.000 espectadores- pueden solventar de alguna manera los problemas que la crisis ha creado en el principal patrocinador, en lo deportivo el equipo afronta otra reconstrucción que se antoja más complicada que nunca, no ya sólo por la cantidad de elementos a los que hay que buscar repuesto, sino por la aparente falta de recambios.
Fallo en la esencia
Lo que diferencia a la situación de esta temporada a las anteriores es que, salvo que vuelvan a sorprendernos con una jugada maestra de esas que nadie puede imaginar por dónde puede venir, el Baskonia no tiene preparado ese joven relevo que históricamente siempre había ido macerando en el laboratorio de Salazar e Iñaki Iriarte. Scola era la apuesta interior que creció al lado de Oberto, Nocioni se fue acoplando en Manresa, Calderón fue aprendiendo de Bennet y Tiago Splitter se fue forjando para responder con un título de liga una fuga que parecía traumática, como la de Scola a los Houston Rockets.
Al margen de las derrotas ante el Barcelona en ACB y Euroliga, ahí ha estado la gran derrota del Baskonia en esta temporada; en que el año no ha servido para que ninguno de los jugadores en los que se habían depositado muchas de las expectativas de futuro del club han respondido como se esperaba.
Dos han sido los principales problemas del Baskonia durante toda la temporada; la ausencia de un segundo base que fuera quitando minutos a Pablo Prigioni y la falta de un pívot que pudiese dar relevos de calidad a Tiago Splitter en la pintura. Dragic y Barac eran las grandes esperanzas azulgranas en ambos puestos, pero la espantada del esloveno para recalar en el banquillo de los Suns, y la falta de respuesta del pívot croata hacen que ahora mismo el club deba buscar sustitutos para los jugadores importantes que se marchen este verano, -Rakocevic, Mickeal, Prigioni- sin tener a nadie al que ofrecerle la oportunidad, por lo que el trabajo de la secretaría técnica se multiplica en un verano en el que los grandes parecen dispuestos a aumentar la brecha entre los grandes transatlánticos del basket continental y otros muchos que luchan por subsistir.
Con Splitter como eje del nuevo proyecto y Vidal como secundario de lujo, Salazar y compañía tienen ante sí la compli- cada tarea de reconstruir un equipo competitivo. Dar con el base, independientemente de que Prigioni abandone la entidad, es quizá el reto más complicado, no ya sólo por la importancia de su rol en el equipo, sino por las pocas opciones que ofrece el mercado -Lakovic y Oliver son los nombres que han sonado-.
Tripkovic podría ser el recambio serbio para Igor Rakocevic en la posición de escolta. Para el interior parece confirmado el macabeo Eliyahu, lo que ha levantando un buen número de ampollas antes de llegar.
Los mayores problemas de esta temporada han radicado en el puesto de segundo base y en el de recambio de Splitter, puestos en los que el club había puesto sus esperanzas en Dragic -se marchó a la NBA- y Barac, que han decepcionado esta temporada.
Pese a las reticencias iniciales, Igor Rakocevic marcha a Turquía dejando un gran sabor de boca en el Baskonia y por lo declarado ayer en su despedida, el club gasteiztarra también ha calado hondo en el serbio, que además de señalar que será «baskonista» toda su vida, -también recordó que su hijo es vasco- mostró su ilusión de poder regresar a Gasteiz para poner fin a su carrera profesional.
«Sueño con poder terminar mi carrera en el Tau dentro de dos años porque voy a estar en condiciones de jugar al más alto nivel», declaró el nuevo jugador del Efes Pilsen. En su último día en Gasteiz aprovechó para alabar a un club «impresionante» como el Baskonia y su «perfecta organización». También dio las gracias a «profesionales enormes» como Josean Kerejeta, Alfredo Salazar o Dusko Ivanovic, «uno de los tres mejores entrenadores en Europa y muy correcto tanto en la cancha como fuera de ella».
Preguntado por las razones que le han llevado a cambiar de aires, el máximo anotador de la ACB y la Euroliga explicó que le gusta el nuevo récord que le ha presentado el equipo turco, en el que va a ser la máxima estrella, pero sobre todo la posibilidad de estar mucho más cerca de casa. «Hay dos vuelos directos diarios a Belgrado desde Estambul y además para viajar de Turquía a Serbia no se necesitan visados y quiero estar cerca de mi familia».
Rakocevic explicó que las razones económicas no han sido las «decisivas», aunque los casi dos millones por temporada que se ha asegurado habrán tenido su peso y reconoció que ha tenido ofertas de algún equipo ACB, que descartó porque «tenía claro que no quería jugar en otro que no fuera el Tau».J.O.