Nicolas Sarkozy emula a Luis Napoleón Bonaparte en su mensaje al Parlamento
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se convirtió en el primer jefe de Estado desde 1848 que se dirige al Parlamento, reunido ayer en Versalles. El último en hacerlo fue Luis Napoleón Bonaparte, durante la II República, cuando prestó juramento tras su elección.GARA |
Una reforma constitucional promovida por el mismo Nicolas Sarkozy en 2008, le permitió dirigirse ayer al Parlamento, reunido en el histórico Palacio de Versalles. «Señor presidente de la República, en nombre del Congreso del Parlamento, le doy la bienvenida. Tiene usted la palabra», fue la fórmula empleada por el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer.
Sarkozy, cuyo discurso se centró en la crisis y el modelo que, a su juicio, debería seguir el Estado francés, eligió este solemne marco en vísperas de la remodelación gubernamental que mañana dará a conocer.
Con este acto inauguró una reforma institucional que emula el estilo del discurso sobre el Estado de la Unión, típico de los mandatarios estadounidenses.
Su decisión de acudir al Palacio de Versalles fue duramente criticada por la oposición. «Si Sarzkozy se cree Luis XVI cuando se dirigió a los Estados Generales se armará un revuelo», ironizó en «Le Parisien» Jean-Marc Ayrault, presidente del PS en la Asamblea, grupo que si bien acudió a la sesión, no participó en el debate posterior. Tampoco tomó parte el líder del MoDem, François Bayrou, mientras que verdes y comunistas optaron por boicotear un Congreso que consideran «una mascarada».
La prensa también ironizó con las connotaciones monárquicas del evento. «Le Monde» habló de «Sarkozy, rey de Versalles» y «Libération» tituló su portada de ayer «Nicolas II».
El coste del Congreso fue igualmente objeto de polémica porque la factura se elevó a 400.000 euros. Para Accoyer, es, sin embargo, un precio «razonable». El llamado «derecho de mensaje» del presidente se remonta a la Constitución de 1848. Entonces podía dirigirse al Parlamento, como hizo Luis Napoleón Bonaparte cuando prestó juramento tras su elección. La regla prohibiendo la intervención del presidente en el hemiciclo se incorporó en dos etapas en los primeros años de la II República. Primero fue la ley del 13 de marzo de 1873, que pretendía rebajar la influencia de Adolphe Thiers, jefe de Estado y de Gobierno. Luego, republicanos y orleanistas se unieron para que el jefe de Estado no pudiera influir en las decisiones del Parlamento y el 16 de julio de 1875 se le prohibió formalmente hablar en el hemiciclo. Esta ley se ha mantenido hasta ahora.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó que el burka «no es un signo religioso sino un signo de esclavitud y sumisión que atenta contra la dignidad de la mujer» y advirtió que esta prenda que llevan algunas mujeres musulmanas par cubrirse de pies a cabeza «no será bienvenida» en el Estado francés.
«El problema del burka no es religioso, es de libertad, de dignidad de la mujer», remarcó en el Palacio de Versalles.
«No podemos permitir en nuestro país mujeres prisioneras tras una rejilla, alejadas de toda vida social, privadas de toda identidad. No es la idea que la República francesa tiene de la dignidad de la mujer. Lo quiero decir solemnemente: no será bienvenido en el territorio de la República francesa», insistió.
Recordó que el Parlamento ha decidido encargarse de estudiar este asunto y consideró que ésta es la mejor forma de proceder para haya debate y se expresen todos los puntos de vista. «No debemos avergonzarnos de nuestro valores. No debemos tener miedo en defenderlos», destacó. La pasada semana, un grupo de diputados presentó en la Asamblea Nacional una propuesta para abrir un debate sobre el burka, que puede llevar a su prohibición como ya pasó con el velo en los colegios e instituciones públicas. GARA
Desde 1958, se han leído a los parlamentarios 18 mensajes escritos. La reforma constitucional de julio de 2008 ha añadido la posibilidad de reunir al Congreso para escuchar una declaración oral del presidente.