A una semana de las elecciones legislativas, las encuestas predicen una pelea voto a voto entre oficialismo y oposición en la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina y que suele marcar la tendencia sobre lo que ocurre en el resto del país.

En medio de una sucesión de encuestas, los analistas coinciden en que el peronismo gobernante perderá su mayoría parlamentaria y algunos hasta dan por concluida la etapa de liderazgo del matrimonio Kirchner, en el poder desde 2003.

El próximo domingo, casi 28 millones de argentinos podrán acudir a las urnas para renovar la mitad de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y un tercio de los 72 del Senado, además de los gobiernos provinciales y municipales.

En la provincia de Buenos Aires, que concentra el 38% del censo nacional, las encuestas de intención de voto muestran una gran paridad entre el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y el opositor Francisco de Narváez. Ambos encabezan las listas de candidatos a diputados por el distrito del Frente para la Victoria (FV) y de Unión-Pro, una coalición que reúne a fuerzas conservadoras con sectores del peronismo disidente.

De seis sondeos, en cinco Kirchner supera a De Narváez por entre uno y siete puntos porcentuales. «El escenario sigue siendo de una notoria paridad. Cualquiera de los dos puede ganar», manifestó Fabián Perechodnik, uno de los directores de la empresa de sondeos Poliarquía, quien precisó que de los 1.200 consultados por la empresa, el 9,5% dijo que aún no ha decidido su voto.

Para el analista Rosendo Fraga, «los comicios bonaerenses se han transformado en una primarias del peronismo».

En opinión de la socióloga Graciela Römer, «el 28 de junio estaremos frente a una gran elección interna en la que van a comenzar a perfilarse los liderazgos para las presidenciales de 2011».

En Buenos Aires, el segundo distrito electoral del país, casi todos los sondeos vaticinan un amplio triunfo de Unión-Pro y ubican al FV en el cuarto puesto, detrás de Acuerdo Cívico y Social y Proyecto Sur.

Con el fin de ganar apoyos, Kirchner encabezará mañana una manifestación, que marcará el cierre de campaña. De Narváez, se dedicará principalmente a repartir papeletas.