A las seis de la tarde de ayer comenzaron las fiestas de Uharte Arakil con el lanzamiento del chupinazo en la Plaza del Ayuntamiento, y a continuación los vecinos pudieron degustar un aperitivo a base de jamón, chorizo, queso y vino, aportado por el Consistorio.

En compañía de los trikitilaris y de la comparsa de gigantes del pueblo, numerosos vecinos se dirigieron posteriormente hasta el puente sobre el río Arakil para recibir a la imagen de San Miguel de Aralar, que bajó desde su santuario en la sierra para cumplir la tradición de todos los años.

Después de la misa solemne, los txikis pudieron disfrutar del torico de fuego y seguidamente numerosas personas acudieron a celebrar las hogueras de San Juan, que es la noche más corta del año pero una de las más festivas.

El ambiente de juerga se prolongó hasta bien entrada la madrugada con el grupo Drindots.

Zortziko de Uharte

El programa festivo preparado por el Ayuntamiento de Uharte Arakil ha sido este año «bastante pobre», en opinión de algunos vecinos, quizás por culpa de la omnipresente crisis. Los actos festivos de hoy comenzarán a las 10.00 con dianas a cargo de gaiteros, para seguir a las 12.00 con una misa en homenaje a San Juan y posterior recorrido de la comparsa de gigantes y cabezudos.

A las 17.00 habrá una kalejira con dantzas a cargo de Galtz Horratz, luego se bailará el zortziko de Uharte y seguidamente se jugará la final de pelota.

Mañana a las 10.00 habrá romería a la ermita de Zamartze, a las 13.00 comenzará la bajada de barcas y a continuación habrá una comida de jubilados y otra comida popular acompañada de bertsolaris.

La jornada continuará por la tarde-noche con juegos diversos, trikipoteo, torico de fuego y concierto organizado por la gazte asanblada, en el que actuará DJ Bertso.

El viernes habrá una comida a favor de los presos políticos vascos, y a continuación se jugarán partidos de pelota con profesionales y habrá bailables con Egan Taldea en sesiones de tarde y noche. En esta ocasión las fiestas finalizarán en viernes, ya que la crisis no ha permitido prolongar los actos festivos al fin de semana.