Nueve muertos y 76 heridos tras colisionar dos vagones del metro de Washington
GARA
Una colisión, en plena hora punta, entre dos vagones de metro en Washington provocó el lunes nueve muertos y 76 heridos, según el balance publicado ayer por los medios locales. Se trata del mayor accidente que se ha registrado en el metro de la capital estadounidense.
El siniestro se produjo a las 17.00 del lunes [23.00, en Euskal Herria], cerca de la estación Fort Totten, cerca del límite entre la ciudad de Washington y el estado de Maryland, en una línea que se encuentra en la superficie.
Los investigadores trataban ayer de determinar las causas del accidente. Los equipos de rescate trabajaron durante toda la noche para rescatar los cuerpos del amasijo de metal en el que se convirtieron los vagones. La sociedad que gestiona el metro (Washington Metropolitan Transit Authority, Wmata) indicó que uno de los fallecidos era Jeanice McMillan, la conductora de uno de los vagones.
Uno de los trenes estaba parado en una estación, cuando el segundo le golpeó por detrás, según el director general de la red metropolitana, John Catoe.
Los investigadores del National Transport Safety Board (NSTB), el organismo federal encargado de investigar sobre el accidente, analizaron concienzudamente los restos de los vagones para intentar descubrir los motivos del siniestro.
Las investigaciones deberán determinar el motivo por el que los diferentes dispositivos de seguridad no impidieron la colisión y por qué los procedimientos establecidos para este tipo de casos, como el freno manual en caso de fallo del freno automático, no funcionaron.
«El objetivo de estos sistemas era que el accidente no se produjera», destacó ayer el diario «The Washington Post».
Hipótesis del fallo técnico
El metro está equipado con un dispositivo informático de seguridad «pensado para evitar que los trenes colisionen», explicó el diario. «Si los trenes se acercan demasiado, los ordenadores encienden automáticamente los frenos».
Por otro lado, parece que la conductora del tren «no utilizó los frenos», según un experto en seguridad ferroviaria citado por «The Washington Post», lo que dejaría abierta la hipótesis de una enfermedad o una distracción, como ya ha sucedido en otros siniestros.
En este sentido, el NTSB ha determinado que el conductor del tren implicado en un accidente que provocó 24 muertos cerca de Los Angeles el pasado setiembre había enviado un SMS desde su móvil segundos antes de la colisión. Los investigadores deben inspeccionar también la transmisión automática de datos a los trenes.
Según «The Washington Post», este sistema ha experimentado numerosos fallos en el pasado y su constructor, Alstom Signaling -filial del grupo francés Alstom- ha tenido que realizar varias reparaciones. El diario explica también que, en varias ocasiones, las autoridades federales se quejaron de este sistema y reclamaron una inspección.
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