EEUU ha logrado mantener, al menos por un año más, su presencia militar en Asia Central, estratégica por su cercanía con Afganistán, un país que se ha convertido en la prioridad del presidente Barack Obama.

Según anunció ayer el Parlamento de Kirguizistán, Washington suscribió ayer con esa república centroasiática un acuerdo para la creación de un centro de tránsito de cargamentos con destino a las tropas occidentales que combaten a los talibán en Afganistán.

El nuevo centro estará en la base estadounidense de Manas, a disposición de los occidentales desde 2001, pero que Bishkek anunció que clausuraría a mediados de agosto. Este anuncio coincidió con el plan de Obama de reforzar sus tropas en Afganistán.