Para avanzar hay que apostar fuerte; para mantener una posición hay que tratar de blindarla. He ahí la diferencia de filosofía entre Bilbao Basket y Gipuzkoa Basket -ambos aún sin patrocinador, dicho sea de paso- a la hora de confeccionar su nueva plantilla.

Los hombres de negro anunciaban oficialmente la no renovación del veterano Quincy Lewis, en un cambio radical de las alas de Bilbao Basket, que no han dado el rendimiento esperado. Lewis, ha demostrado una profesionalidad a prueba de sospechas, pero el de Little Rock ha adolecido de falta de pegada en ataque. Su clase -la archiconocida «crema» de Lewis- ha quedado patente con cuentagotas, y ante la absoluta falta de puntería de Recker, Bilbao Basket ha mostrado una importante debilidad, con el agravante de que han sido los dos extracomunitarios quienes ocupaban tales puestos.

A rey muerto, rey puesto. Si hace un par de días un medio digital especulaba por el interés de los de negro por el madridista Alex Mumbrú, ayer, poco después de que se conociera la no renovación de Lewis, la página web del cuadro bilbaino adelantaba la llegada del texano con pasaporte pañameno Chris Warren. Este jugador, proveniente del Air Avellino de la Lega Uno italiana y con experiencia en la Euroliga, es la apuesta de los de negro en el puesto de alero.

De 1,96 metros y 94 kilos, Warren es un alero puro, con una gran capacidad física que ha promediado quince puntos y cinco rebotes en el Pallacanestro. Casi con toda seguridad será presentado este jueves. Su andadura profesional comenzó en la Universidad de Carolina, para jugar después en la Cibona de Zagreb y ser traspasado más tarde al Avellino.

Mientras en Bilbo afinaban su primer órdago para la próxima temporada, Gipuzkoa Basket anunciaba que su capitán, el navarro Ricardo Uriz, renovaba por otras dos campañas. El club capitaneado por Gorka Ramoneda sigue apostando -, con la salvedad de San Epifanio- por la veteranía, ya que la de Uriz se suma a las renovaciones de Sergio Sánchez, Panko y Hopkins.

Aunque ya no tiene la velocidad de antaño, Uriz ha serenado su juego, mostrándose válido como base de ACB. Aun así, los donostiarras deberán buscar un tercer organizador.