El Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) reúne hoy en París para debatir la situación de la Fórmula Uno y el conflicto con los equipos, que amenazan con crear su propio campeonato si se mantiene la decisión de limitar los presupuestos para 2010.

En vísperas de esta cita, el británico Max Mosley, presidente de la FIA, ha remitido una carta a los integrantes del Consejo Mundial en la que apunta que podría replantearse su decisión de no optar a la reelección en octubre. «En las últimas semanas ha quedado claro que uno de los objetivos de los equipos disidentes es que yo dimita como presidente. A la vista del ataque al mandato que me habéis confiado, debo pensar si mi primera decisión de no optar a la reelección era la correcta», señala.

Ante la postura de los equipos, Mosley asegura que «ningún presidente de la FIA podría permitir que todo esto quede sin respuesta. Estamos preparando acciones legales en caso de que sean necesarias para preservar los derechos de la FIA en su campeonato y para desaconsejar a cualquier equipo disidente de Fórmula Uno que participe en actos ilegales».

Mientras, los equipos tienen prevista una reunión mañana. Se especula con que se haya escogido esta fecha para llegar al encuentro sabiendo si la FIA opta por, al menos, recortar el poder de Mosley, lo que sería considerado como «un gesto» hacia las escuderías disconformes con el futuro reglamento.