Las adelantadas elecciones legislativas de hoy, en las que se renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, se han presentado como un test para el modelo económico estatal de los Kirchner, amenazados por el retorno de las fuerzas neoliberales.

Los Kirchner defienden desde hace seis años un modelo de reindustrialización del país, liderado por el sector del automóvil, y basado en un dólar fuerte que favorezca las exportaciones y frene las importaciones. «No son unos comicios más, es una elección entre la vuelta al pasado y la consolidación de un proyecto nacional», advirtió el ex presidente Néstor Kirchner, quien se presenta por Buenos Aires.

Este modelo, que ha permitido tasas históricas de crecimiento entre 2003 y 2007 (un 8% anual), ha sido beneficiado por un alza continua de los precios de las materias primas, de las que Argentina es uno de los primeros exportadores mundiales. La crisis global y la caída de precios, comenzando por el de la soja, han dado paradójicamente alas a los que defienden un retorno del credo neoliberal.

Este intento de asalto está personificado por el multimillonario Francisco de Narváez, que rivaliza con Kirchner en la provincia bonaerense, donde vota el 40% del electorado.

De Narváez, que ha hecho una campaña millonaria y enturbiada por acusaciones de corrupción, tiene como principal aliado al alcalde de Buenos Aires y rival peronista de los Kirchner, Mauricio Macri, quien defiende la vuelta al neoliberalismo de la era Menem, que aceleró la bancarrota del país.

Macri, aspirante a las presidenciales de 2011, defiende públicamente su afán privatizador, sinceridad que ha forzado a De Narváez a desmarcarse con apelaciones al equilibrio entre lo público y lo privado.

Sondeos

Los sondeos de última hora auguran que Néstor Kirchner lleva la delantera con alrededor de seis puntos a De Narváez.

No obstante, muchos analistas pronostican que el oficialista Frente para la Victoria perderá la mayoría que detenta en ambas cámaras.

Habrá que esperar a los resultados para calibrar si la decisión de adelantar los comicios fue o no un acierto de los Kirchner.