El presidente títere afgano, Hamid Karzai, pidió a «mis hermanos talibán y a todos los afganos, estén en el extranjero o en la oposición, incluso armada», que voten en las presidenciales.

«Les pido que vuelvan a su país, tomen las cartillas de electores y participen en la votación», añadió, sin obviar un llamamiento personal al señor de la guerra, Gulbuddin Hekmatyar, líder de la principal formación política afgana y que lidera, paralelamente con los talibán, otro frente de resistencia a la ocupación.

Los ministros de Exteriores del G-8 reunidos en Trieste hicieron suya esta petición e insistieron en intentar marcar distancias entre los grupos de la resistencia «prisioneros de Al Qaeda y del terrorismo y los que pueden ser recibidos nuevamente en el seno de la legalidad».