Rubén Plaza venció contra todo pronóstico y se proclamó campeón estatal en un final de carrera de infarto. Las carreteras cántabras fueron testigo de una carrera loca, con incesantes movimientos. El ciclista alicantino entraba en pocas apuestas, pero un demarraje de fuerza espectacular en los últimos dos kilómetros le proclamó vencedor.

El inicio de carrera respondió al esquema de juego que se preveía. Por delante se sucedían los intensos ataques de corredores, aparentemente no peligrosos, y por detrás un Caisse D´Epargne pleno de confianza en las opciones de Valverde, llevaba el estricto control de la marcha.

Los ciclistas vascos realizaron una soberbia carrera, y estuvieron activos durante todo el recorrido. Primero fueron Markel Irizar y Egoi Martínez los que conformaron la primera escapada seria del día, junto a otros 20 ciclistas. Sin embargo, este grupo en ningún momento rebasó la barrera de los 3 minutos de diferencia respecto al pelotón, y cuando Caisse D´Epargne apretó las clavijas, las distancias se derrumbaron, hasta que el pelotón, en fila durante gran parte de la carrera, absorbió al último corredor de la fuga.

A falta de 26 kilómetros, Gorka Verdugo atacó y se quedó solo en cabeza de carrera, pero poco le duró la aventura. El Caisse D´Epargne se puso a trabajar sin contemplaciones, y Valverde veía cada vez más cerca el triunfo.

Una guerra a cinco bandas

La nómina de rivales iba descendiendo, y a falta de 5 kilómetros para el final, las opciones de victoria quedaron reducidas a un quinteto conformado por Alejandro Valverde, Rubén Plaza, Tino Zaballa, Igor Antón y Mikel Astarloza.

Valverde y Plaza parecían ir más fuertes, y se escaparon por delante de los demás. Pero por detrás llegó Igor Antón, primero, y Astarloza y Zaballa, más tarde. Fue el ciclista guipuzcoano quien abrió la caja de Pandora, y a falta de 2 kilómetros decidió atacar. Por detrás Valverde sufrió un pequeño desfallecimiento, y Plaza arrancó con toda su potencia. Astarloza entró en cabeza en el último kilómetro, pero las fuerzas no dieron para más y tanto Plaza, como Zaballa le pasaron antes de cruzar la línea de meta, dejando al de San Pedro con la medalla de bronce. Después entraron Valverde y Antón, y tras ellos llegó, en una meritoria sexta plaza, el zornotzarra Beñat Intxausti.

Mikel Astarloza se lamentó tras la carrera por el gafe que parece seguirles este año. «La verdad que estoy asqueado de no ganar», comentó. Sin embargo, también quiso sacar una lectura positiva y dijo que «se ve que tenemos calidad, y que nadie le echa más ganas que nosotros. En el Tour ganaremos la que no ganamos hoy -ayer-».